Mohd Uzir Mahidin, director del Departamento de Estadística de Malasia, atribuyó el crecimiento económico positivo del primer trimestre de este año a una mejora en el gasto de los hogares, la inversión directa, el mercado laboral y el turismo.
En concreto, la industria de servicios creció un 7,3 por ciento en el período mientras que los sectores de manufactura, construcción y agropecuario lo hicieron un 3,2 por ciento, 7,4 y 0,9 por ciento, respectivamente.
Malasia registró 2,6 mil millones de dólares en inversión extranjera directa (IED) al final del primer trimestre. Esta inversión fue principalmente en los sectores financiero, minero y manufacturero.
Se pronostica que la inflación se mantendrá alta en 2,8-3,8 por ciento este año. Se situó en el 3,9 por ciento en el primer trimestre de este año, lo que demuestra que, incluso cuando se han reducido los costos, la actividad económica dinámica aún crea una presión que estimula la demanda de los consumidores y hace que la inflación se dispare.
A pesar de los desafíos que enfrenta la economía, Shamisah afirmó que la economía de Malasia está en camino de lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del cuatro al cinco por ciento gracias a la señal positiva de la demanda interna, y agregó que el riesgo de una alta inflación proviene principalmente de factores internos como las actividades turísticas y la ejecución de grandes proyectos de construcción de infraestructura.