Etnia H’Mong en Vietnam disfruta del festival del Año Nuevo Lunar
Los H’Mong en las aldeas de Ta So 1 y Ta So 2, en la comuna de Chieng Hac, del distrito de Moc Chau, en la norteña provincia vietnamita de Son La, festejan el Año Nuevo Lunar en un inusual clima de zonas montañosas, gélido y neblinoso por la mañana y soleado al mediodía.
En saludo a la festividad tradicional, los lugareños suelen izar una nueva bandera nacional en la entrada a su hogar.
Las miembros de la etnia bordan trajes para lucir los días festivos.
Algunas aldeas de los H’Mong en Son La solo dan por iniciado el festejo con la realización del rito de ofrenda a sus antepasados. La planifican para un momento adecuado a sus condiciones y prefieren invitar a cuantos familiares y amigos sean posibles.
Los H’Mong creen que todos los seres vivos tienen alma, por lo que en ocasión del Año Nuevo Lunar queman inciensos en nueve sitios de su vivienda.
También pegan papeles votivos a las herramientas de trabajo, la puerta principal, la cocina y la entrada a establos de animales domésticos como muestra de gratitud y rezo por un año de buen tiempo y abundante cosecha.
Estos compatriotas dedican el 30 de diciembre lunar a elaborar el “banh day” (pastel redondo de arroz glutinoso) utilizando arroz cultivado por ellos mismos. Desde la cocción al vapor del ingrediente y macerarlo hasta conseguir la masa apropiada para moldear se realiza a mano, dando como resultado pastelitos de un blanco inmaculado. El plato sabe mejor con melaza de caña de azúcar también casera.
La etnia piensa que el tamaño, la forma redonda y la cantidad de los pastelitos corresponden al nivel de abundancia y felicidad de su vida.
Normalmente cada familia elabora hasta cientos de unidades para disfrutar y regalar a los visitantes.
El primer día del Año Nuevo Lunar, los H’Mong, ataviados con trajes tradicionales confeccionados por las mujeres de su familia, visitan a parientes y luego a otros aldeanos. Entre los manjares que les preparan los anfitriones siempre figuran el “banh day” y el licor de maíz.
Los niños también tienen nueva ropa en ocasión de la festividad y acompañan a sus padres en las visitas.
Durante los tres días de celebración, los H’Mong evitan comer verduras, considerándolo augurio de escasez en el año venidero. Además del mencionado pastel y el licor, ofrecen a los huéspedes arroz y platos de carne.
Las mujeres H’Mong aprenden a coser ropa y preparar el “banh day” desde pequeñas. Los días festivos como estos, las féminas de todas las edades pueden ayudar en la cocina.
El grupo étnico decora habitaciones de homestay para acoger a familiares de otras localidades o turistas.
Los juegos tradicionales forman parte de las actividades comunitarias por el Año Nuevo Lunar. Descuella el “Pa Pao” (Tirar el “pa pao”), que fortalece los brazos y la vista, así como brinda la oportunidad de conocerse a los futuros novios.
Un juego preferido de cualquier niño de la etnia es “Peonza de Tu Lu”. El cincelado de ese juguete refleja la destreza de los participantes.