Higgins dijo al corresponsal de la Agencia Vietnamita de Noticias en Canadá que la estrategia también puede impulsar la colaboración para la paz y la seguridad entre los países de la región.
Lanzada en noviembre de 2022, se espera que la estrategia de diez años haga que Canadá gaste dos mil 300 millones de dólares canadienses en los primeros cinco años para cumplir los objetivos de promover la paz, la resiliencia y la seguridad, ampliar la inversión comercial y la resiliencia de la cadena de suministro, invertir y conectar a las personas, construir un futuro sostenible y verde y consolidar alianzas.
Según Higgins, a pesar de los objetivos estratégicos multifacéticos, el enfoque central radica en establecer conexiones humanas. De hecho, sirve como catalizador para la implementación de iniciativas canadienses como el “Trade Gateway” en el Sudeste Asiático y la que apunta a transformar a Canadá en un socio activo en esta región.
También sobre el tema, TB Nguyen, director del Consejo Empresarial Canadá-Asean (CABC), señaló que el comercio y la inversión con la región, particularmente con la Asean, son una parte crucial de la estrategia.
Actualmente, Vietnam es el principal socio comercial de Canadá dentro de la Asean y durante mucho tiempo ha sido considerado como la puerta de entrada para que las empresas canadienses ingresen a esta área. Los dos países han concluido recientemente un año dinámico lleno de una serie de actividades para conmemorar su 50º aniversario diplomático.
Mientras tanto, Christopher MacLennan, viceministro de Asuntos Globales de Canadá, reconoció el importante papel de Vietnam en la región, convirtiéndolo en un destino extremadamente importante para Canadá. Las dos naciones tienen una relación positiva de larga data, y Vietnam recibe apoyo para el desarrollo en varios sectores. Sin embargo, Canadá aspira a mejorar y modernizar aún más la relación en todos los ámbitos, desde la seguridad hasta el cambio climático y el comercio.