Durante los días de celebración del Año Nuevo Lunar, los turistas nacionales y extranjeros visitan Bac Ha para contemplar la tierra y el firmamento resplandecientes de flores de ciruelo, así como para participar en las actividades culturales y degustar la comida de las etnias minoritarias autóctonas.
La florescencia suele sobrevenir entre finales de enero e inicios de febrero. Cuando más calor hace, millones de capullos de ciruelo despertarán llenos de vitalidad y gracia. |
El blanco puro de esta especie simboliza la primavera en el Noroeste vietnamita. |
A los visitantes se les recomienda recorrer las comunas habitadas por grupos étnicos como Ban Pho, Ta Chai, Na Hoi y Lau Thi Ngai, hogar de vastos parterres de flor de ciruelo. |
La primera estación del año toca la puerta engalanando los paisajes locales. |
Las colinas se tornan espléndidas. |
Muchachas ataviadas con trajes tradicionales de las etnias. |
Numerosos viajeros eligen Bac Ha, ansiosos por contemplar los ilustres ciruelos de Tam Hoa. Aunque su ciclo de vida es de apenas un mes, esta flor y su pureza se graban en la memoria de quienes la contemplan. |
La temporada de flores de ciruelo brinda a Bac Ha la marca turística “meseta blanca” y la convierte en un destino preferido de los vacacionistas.