El 30 de abril de 1975, esperanza de los revolucionarios del mundo

Entrevista de VNA a Patricia Abarzúa Muñoz, presidenta de la Asociación de Amistad Chile- Vietnam, en ocasión del 50 aniversario de la liberación de Sur y la reunificación nacional.
Un tanque del Ejército vietnamita avanza al Palacio de la Independencia, el 30 de abril de 1975 (Foto: VNA)
Un tanque del Ejército vietnamita avanza al Palacio de la Independencia, el 30 de abril de 1975 (Foto: VNA)

¿Qué opina Usted el significado histórico y contemporáneo de la victoria del 30 de abril de 1975 para Vietnam y para el movimiento revolucionario mundial?

Patricia Abarzúa Muñoz: El 30 de abril de 1975, el día de la gran victoria, levantó la esperanza y el espíritu de los revolucionarios del mundo. En Chile, ya en plena represión ejercida por la dictadura militar, recibiendo muy poca información de la prensa oficial, la noticia se fue conociendo de boca en boca, la alegría se vivía al interior de las casas tratando de lograr más información por Radio Moscú, único medio que se lograba escuchar con dificultad desde el exterior.

El triunfo fue motivo de alegría entre quienes vivían en la clandestinidad tratando de reconstruir el tejido político destruido por el golpe de estado asestado en contra del presidente constitucional Salvador Allende Gossens. También llegó la información a las cárceles llenas de presos políticos y en algunas de ellas, cuando recibieron la noticia, se escucharon gritos de celebración…desde “Ho – Ho - Ho Chi Minh… lucharemos hasta el fin”… hasta…“el Pueblo Unido jamás será vencido”.

Los vietnamitas no solo lograron su independencia y la reunificación de su país, también demostraron ante el mundo la importancia de la unidad del pueblo y la convicción en sus principios para poder llevar adelante una lucha justa que les permitiera conquistar su libertad, su independencia y su soberanía.

Los líderes y dirigentes de la época despertaron una gran admiración por su capacidad de conducción. La figuras del presidente Ho Chi Minh y de Vo Nguyen Giap se transformaron en una inspiración y en un ejemplo para todos los movimientos de liberación de América Latina y para los pueblos del mundo que desde la solidaridad lucharon por la paz en Vietnam.

Las imágenes de un territorio arrasado por la cantidad de bombas, grandes extensiones de tierra contaminada por el Napalm, el recuerdo de los miles y miles de caídos, los mutilados de guerra, las victimas del agente naranja entre otras muchas realidades marcaron el inicio del gran desafío que debían enfrentar para hacer de Vietnam una tierra de prosperidad y desarrollo.

El proceso de la renovación económica conocida como Doi Moi permitió una gran corrección en el difícil camino de la reconstrucción que se ve reflejado hoy en día en los niveles de producción, calidad y variedad de sus industrias, en la generación de trabajo, en el crecimiento y bienestar de su población, en el avance del sistema de educación, en el desarrollo del turismo, en su apertura económica al mundo y por sobre todo, en la alegría de su pueblo.

¿Comó evalúa Usted la transformación de Vietnam después de 50 años de la reunificación? Cuáles son los factores que conforman el potencial y la posición de Vietnam hoy?

Patricia Abarzúa Muñoz: Las dificultades que el pueblo vietnamita debía enfrentar al término de la guerra eran inconmensurables. El surgimiento de conflictos militares con China y Camboya hacía más difícil la tarea. La falta de recursos para agilizar el proceso de reconstrucción del país obligó a la búsqueda de nuevas formas que permitieran impulsar el desarrollo económico.

Fue el impulso del proceso de renovación Doi Moi en 1986, que permitió poco a poco la superación de los problemas y dar inicio a un camino de reorganización e industrialización del país que le ha permitido el crecimiento y desarrollo que hoy se mide en cifras altamente positivas provocando gran admiración.

Logrado el despegue inicial, ha sido un ejemplo su capacidad para integrarse en un mercado mundial competitivo. Su integración en ASEAN en 1995, el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos en el mismo año y su incorporación al Foro de Cooperación Económica APEC en 1998 les ha permitido desarrollar importantes vínculos comerciales con todas las naciones del mundo practicando una diplomacia basada en el dialogo y la solución pacífica de las controversias, buscando los mejores caminos para contribuir al crecimiento económico.

Hoy, Vietnam mantiene relaciones diplomáticas con 194 países con los que ha firmado 170 acuerdos de cooperación en distintas materias. Participa de 17 Tratados de Libre Comercio (TLC), siendo el primero de ellos el firmado con Chile en el año 2011.

A casi 40 años del inicio del proceso Doi Moi, el mundo se enfrenta a cambios trascendentales que van redefiniendo una nueva realidad en todas las áreas del conocimiento y del quehacer humano, lo que pone a Vietnam y a su sistema de relaciones diplomáticas ante un nuevo desafío, esto es, ser capaces de seguir avanzando sobre la base del diálogo y la solución pacífica de las controversias en un mundo con nuevos conflictos territoriales, con nuevas tecnologías digitales, ambientales y energéticas.

Ahora la diplomacia vietnamita debe poner en práctica toda su inteligencia y creatividad para seguir contribuyendo al potenciamiento económico sobre la base de lograr nuevas oportunidades en una realidad cambiante y poner al país en el camino de los grandes avances estratégicos.

Este año 2025, cuando se cumplen 50 años del día de la liberación, se ha definido como “el año de la aceleración y avance” marcando así el camino del quehacer diplomático vietnamita para ampliar con creatividad los mercados de exportación e importación y contribuir eficazmente a la estabilidad, al desarrollo y crecimiento económico para que Vietnam alcance los niveles de un país desarrollado integrado regional y mundialmente.

¿Cómo fue el movimiento de solidaridad del pueblo chileno hacia Vietnam durante los años de la pasada lucha del pueblo vietnamita contra la invasión estadounidense?

Patricia Abarzúa Muñoz: La guerra de invasión estadounidense contra Vietnam fue la primera guerra cuyas imágenes ingresaron al interior de nuestros hogares por medio del nuevo adelanto tecnológico que representaban los televisores, entonces en blanco y negro, golpeando las conciencias ante el horror perpetrado por el imperialismo norteamericano con imágenes en vivo logradas directamente por fotógrafos y cineastas que cubrían los frentes de batalla para hacer llegar rápidamente la información al mundo entero.

La difusión de la verdad despertó la indignación en contra de la guerra dando inicio al surgimiento de masivos actos de solidaridad en América Latina y el mundo, generando un movimiento antiguerra en el corazón mismo de los Estados Unidos donde nacieron diversas expresiones culturales musicales y teatrales; surgieron medios alternativos de prensa que alcanzaron millones de lectores en busca de la verdad para apoyar a un pueblo pequeño que se enfrentaba con valor inigualable al gran imperio.

En Chile, trabajadores y estudiantes se movilizaron en incontables acciones de solidaridad a lo largo y ancho del país reclamando la paz en Vietnam. Ha quedado registrada en nuestra historia la marcha de miles de jóvenes estudiantes que caminaron más de 200 Kms. desde el puerto de Valparaíso hasta Santiago, (hoy, con la nueva carretera la distancia es de 140 Kms) para denunciar con indignación lo que significaba la invasión contra el pueblo vietnamita

El mundo de la cultura chilena también se expresó en múltiples formas destacando el teatro, la música, la poesía, la gráfica, la pintura, y por supuesto los muralistas que transformaron los muros en espacios de difusión indispensables para dar a conocer las actividades solidarias o para denunciar los horrores de los últimos ataques.

Nuestro querido e inolvidable cantautor Víctor Jara dirigió la ópera rock llamada “Viet Rock” compuesta por la dramaturga, guionista y actriz estadounidense Megan Terry; compuso además la canción “El Derecho de Vivir en Paz” dedicada al presidente Ho Chi Minh y a la lucha del pueblo vietnamita, canción que se transformó en el himno de los movimientos sociales de protesta que ocuparon las calles de Santiago de Chile en el año 2019. Hoy, cantada en castellano en Chile y en vietnamita en Vietnam es un puente cultural que muestra la larga trayectoria de hermandad entre nuestros pueblos.

Cincuenta años después la amistad sigue creciendo. En los años 60 cuando llegaron a nuestro país los primeros vietnamitas que venían a un encuentro de trabajadores organizados por la CUT (Central Única de Trabajadores) comenzaron los vínculos que permitían tener noticias directas sobre lo que ocurría en tierras tan lejanas.

Fue el periodista Fernando Murillo Viaña quien mantuvo los vínculos iniciales y dio forma junto a Salvador Allende y Clodomiro Almeyda a la creación de un grupo de amistad con Vietnam que con el tiempo se denominó Instituto Chileno Vietnamita de Cultura y Amistad, organización que fue parte muy activa de la solidaridad con Vietnam, que vivió duramente los efectos de la dictadura y que a pesar del allanamiento a su sede y la destrucción de todo su material cultural al momento del golpe militar en contra del presidente Allende, a pesar de la represión y desaparición hasta el día de hoy de dos de sus más destacados integrantes: Michelle Peña Herreros con 8 meses de embarazo y el diputado Carlos Lorca Tobar, sigue realizando actividades haciendo honor a su nombre original convocando a los viejos amigos que participaron de aquella solidaridad y generando nuevos vínculos y actividades para mostrar en Chile el avance y desarrollo del Vietnam de hoy y mostrar en Vietnam el desarrollo y avance del Chile actual.

¡Muchas gracias!

VNA