Como primer y único país de Asia en realizar un programa multidimensional, inclusivo y sostenible de reducción de la pobreza, los esfuerzos de la nación indochina en la materia han sido reconocidos internacionalmente como una "revolución", creando cambios generalizados y ampliados incluso en zonas rurales, remotas y lejanas.
Desde la fundación del país hasta el período de construcción e innovación nacional, el Partido y el Estado siempre han afirmado que la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza de manera integral y el mejoramiento de la vida de las personas son una necesidad urgente y una tarea central y estratégica en el proceso de desarrollo rápido y sostenible de la nación.
En 2015, el Gobierno vietnamita emitió un estándar de pobreza aplicable en la etapa 2016-2020, lo que marcó un avance importante en el proceso de transición del país desde una medición de este mal basada en los ingresos a una medición multidimensional.
En consecuencia, determinar un nuevo estándar de pobreza con criterios más altos para escapar de ella, de acuerdo con indicadores que miden la falta de servicios sociales básicos como salud, educación, vivienda, agua potable y saneamiento e información, convirtiendo así a Vietnam en uno de los países líderes en la región Asia-Pacífico en aplicar métodos de medición de la pobreza en todas sus dimensiones para conseguir mejores resultados.
Desde ese momento hasta la fecha, la reducción de la pobreza se ha convertido en uno de los tres Programas Nacionales de Objetivos, gracias a ello en el período 2021-2025, se trabaja intensamente por mantener una reducción del 1,0 por ciento al 1,5 por ciento/año en la tasa de hogares pobres. Además, se han emitido políticas específicas de reducción de la penuria que dan prioridad a los grupos desfavorecidos, las zonas de minorías étnicas y las áreas extremadamente difíciles, creando así condiciones para apoyar a cada grupo.
El programa de reducción de la pobreza para la etapa 2021-2025 ha cambiado fundamentalmente en términos de metas, requisitos y exigencias mayores que en períodos anteriores.
Como resultado, las nuevas medidas de disminución de la precariedad se han centrado cada vez más en el objetivo no sólo de ayudar a los hogares pobres a tener suficientes comidas y ropas, sino también de garantizar que obtengan igual acceso a los servicios sociales básicos.
Vietnam dedica anualmente una gran cantidad de recursos para invertir en las tareas de apoyo, garantía del bienestar social, mejoramiento de la vida material y espiritual de las personas, movilizados desde las fuentes del capital central y de otros niveles.
En 1993, el ingreso per cápita alcanzó solamente 185 dólares, cifra que llega actualmente al alrededor de cuatro mil 650 dólares.
En 2023, la tasa de hogares pobres siguió disminuyendo un 1,1 por ciento respecto a 2022, hasta el 2,93 por ciento.
Al mismo tiempo, la infraestructura económica y social en las zonas rurales ha experimentado cambios notables, satisfaciendo las necesidades de la producción y la vida de los ciudadanos, reflejando vívidamente los esfuerzos conjuntos y el consenso del Partido, el Estado y el pueblo en favor de los pobres con el objetivo de "no dejar a nadie atrás".
En dos décadas, más de 40 millones de personas han salido de situación de escasez. Vietnam cumplió pronto los objetivos del milenio de las Naciones Unidas sobre erradicación del hambre y reducción de la pobreza, y la comunidad internacional considera al país un punto brillante en esta materia.
Vietnam figura también como uno de los 25 países en reducir el Índice global de pobreza multidimensional (IPM) a la mitad en 15 años, según informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El Banco Mundial comentó además que "el progreso logrado por Vietnam en menos de medio siglo desde que terminó la guerra en 1975 no tiene precedentes".