El fondo, establecido el 5 de marzo de 1999, otorga becas a estudiantes de minorías étnicas, como contribución a la mejora de la calidad de los recursos humanos en las localidades remotas, montañosas e insulares del país.
En 2009, después de 10 años de funcionamiento, la entidad fijó sus objetivos operativos para la nueva fase, invirtiendo a fondo en cinco modelos como "Nutrir el futuro", "Abrir el camino hacia el futuro", "Extender los sueños", "Iluminar el futuro" y "Apoyar a los estudiantes".
Los proyectos tienen como finalidad ayudar a los estudiantes de las zonas remotas, fronterizas e insulares a tener acceso a un entorno de aprendizaje moderno, para que puedan desarrollarse plenamente y convertirse en ciudadanos educados y activos.
Hasta la fecha, el fondo ha concedido más de 130 mil becas a alumnos de grupos étnicos minoritarios e hijos de pescadores y soldados en servicio en todo el país. Además, construyó 20 escuelas, dos plantas de abastecimiento de agua potable, siete caminos a las escuelas y 40 nuevos puentes rurales en zonas lejanas e intrincadas.
Los proyectos, con su profundo significado humanístico, han contribuido a la lucha por la igualdad de género y a la creación de una fuerza juvenil competente y bien informada en las zonas montañosas y las islas.