La meseta rocosa de Dong Van, en la norteña provincia vietnamita de Ha Giang, es uno de los paisajes más majestuosos del país y luce la belleza propia de las cuatro estaciones: en primavera, las flores de ciruelo; en verano, el maíz verde; en otoño, las flores de alforfón (trigo sarraceno) y en invierno, la escarcha.
Dong Van tiene una superficie de dos mil 356 kilómetros cuadrados repartidos en los distritos de Quan Ba, Yen Minh, Dong Van y Meo Vac. Situada entre los 1400 y los 1600 metros de altura sobre el nivel de mar, este lugar conserva vestigios de las actividades tectónicas de la corteza terrestre hace decenas de millones de años. El asta de bandera de Lung Cu en el distrito de Dong Van (en la foto) marca el extremo más al norte de Vietnam.
La meseta recosa de Dong Van fue reconocida por la Unesco como Geoparque Global en octubre de 2010, primero en Vietnam y segundo en el Sudeste Asiático.
La puerta de entrada a la meseta kárstica de Dong Van es el distrito de Quan Ba. En el valle de Quan Ba, en el poblado de Tam Son, la cadena montañosa Co Tien atrae a muchos visitantes.
Una sección Ma Pi Leng, uno de los cuatro grandes pasos de montaña del país indochino, ubicado a una altitud de mil 200 metros sobre el nivel del mar. Desde lo alto pueden admirarse el río de Nho Que, que con su poética belleza hace resaltar el espléndido paisaje natural con sus aguas verde esmeralda.
Cerca del paso de Ma Pi Leng, a una altitud de mil 700 metros, hay un camino escarpado llamado acantilado blanco de cerca de cuatro kilómetros de largo.
En Dong Van, cada estación tiene su propia belleza. En primavera, la meseta rocosa resplandece con melocotoneros, ciruelos y perales en flor. Las casas están construidas según la arquitectura típica de algunas minorías étnicas de Ha Giang, como Mong, Dao y Lo Lo. Ofrecen un ambiente fresco en verano y cálido en invierno.
En el verano, el maíz comienza a florecer. El color gris familiar de la meseta rocosa es reemplazado por el verde. La meseta cobra una nueva vida. Mayo y junio es el momento en que los Mong cosechan el lino, la materia prima que emplean para tejer.
Ha Giang también se transforma en otoño, cuando hay mucho frío, fuertes vientos y aguaceros. De octubre a noviembre, los campos de alforfón (trigo sarraceno) comienzan a florecer y crean una alfombra de rosas brillantes. En la foto, un campo de flores de alforfón en la comuna de Pho Cao.
En otoño, cuando el cielo está despejado, el agua del río Nho Que es verde como el jade. Quienes visitan el lugar pueden tomar un bote o un kayak para disfrutar del paisaje a través del barranco de Tu San, un valle de tectónica singular, el más profundo del Sudeste Asiático (de 700 a 900 metros) y que posee una longitud de 1,7 kilómetros.
En invierno, la meseta se cubre de escarcha, con un color oscuro y tranquilo. En la foto, un rincón de la aldea de Lao Xa con temperatura de -2 grados centígrados.
En la meseta rocosa de Dong Van viven unas 250 mil personas de 17 minorías étnicas, las que mantienen su cultura a través del estilo de vida, la arquitectura, los platos y las costumbres.