Cónyuges de los líderes de Vietnam y Cuba disfrutan de espectáculo de marionetas acuáticas

La actividad forma parte de la visita de Estado a Vietnam del mandatario cubano y su esposa, que también participará en la celebración del 80º aniversario del Día Nacional del país indochino.

En el Teatro de Marionetas Acuáticas de Thang Long, Lis Cuesta Peraza y su comitiva conocieron esta forma de arte popular centenaria, arraigada en la cultura del cultivo del arroz inundado de Vietnam. Ambas presenciaron representaciones seleccionadas del repertorio de casi 400 obras de títeres acuáticos vietnamitas.

Lis Cuesta Peraza expresó su agradecimiento por la hospitalidad de Phuong Ly y de los artistas vietnamitas, destacando que los espectáculos la ayudaron a comprender mejor el arte de los títeres acuáticos, impregnado de la cultura popular vietnamita. Manifestó su esperanza de que, en el futuro, los titiriteros vietnamitas visiten Cuba para compartir esta tradición artística con el público cubano.

Recordando su visita en 2024 al Museo de Títeres “El Arca” en La Habana junto a Lis Cuesta Peraza, Phuong Ly comentó que tanto Vietnam como Cuba poseen tradiciones de títeres distintivas, y agregó que espera que su invitada tenga oportunidades para conocer más sobre los marionetas vietnamitas.

Posteriormente, ambas recorrieron el Templo Ngoc Son, ubicado en el lago Hoan Kiem, un sitio cultural muy querido tanto por los hanoienses como por los visitantes.

Su presencia recibió cálidos saludos y aplausos de las multitudes de personas que paseaban por las calles peatonales decoradas con banderas y pancartas por el Día Nacional. Muchos corearon “¡Viva Cuba, Viva Vietnam!” y “Vietnam-Cuba” en celebración de la duradera amistad entre ambas naciones.

En el Templo de Ngoc Son, ofrecieron inciensos, conocieron la historia y las leyendas del lago Hoan Kiem, y observaron el espécimen preservado de una tortuga gigante. Sobre el puente de The Huc, admiraron la emblemática Torre de la Tortuga y el paisaje otoñal de Hanói. Lis Cuesta Peraza se mostró encantada al recibir una obra caligráfica con la palabra “Paz” de un erudito local.