En su cuenta en la plataforma X, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, declaró el 3 de octubre que Washington está profundamente preocupado por los informes sobre acciones peligrosas de los buques de las fuerzas de seguridad chinas contra los pesqueros vietnamitas en las cercanías del archipiélago de Hoang Sa el 29 de septiembre.
Estados Unidos pide a China que desista de su conducta peligrosa y desestabilizadora en el Mar del Este, sostuvo.Por su parte, la misión de la Unión Europea (UE) en Hanói también manifestó su profunda preocupación por los informes relacionados con el caso y enfatizó la necesidad de defender y respetar la Carta de las Naciones Unidas, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (Convemar) y otras normas internacionales relacionadas con la seguridad de la vida humana en el mar.
Dijo que también condena cualquier acción o escalada ilegal que socave estos principios del derecho internacional y amenace la paz y la estabilidad en la región.
El 4 de octubre, Filipinas también condenó las acciones violentas e ilegales de las fuerzas de seguridad chinas.
El periódico Philippine Daily Inquirer citó al asesor de Seguridad Nacional, Eduardo Año, quien señaló que el uso de la fuerza viola el derecho internacional, en particular la Convemar.
El mismo día, el Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas emitió una declaración en la que subrayó la importancia de resolver las disputas en el Mar del Este de manera pacífica y de conformidad con el derecho internacional.
Agregó el departamento que es una obligación primordial garantizar la seguridad de los navíos y sus tripulaciones en el mar.
En relación con la represión, las lesiones y la confiscación de bienes de los pescadores a bordo del buque pesquero QNg 95739 TS de la provincia central de Quang Ngai, por parte de las fuerzas de seguridad chinas, mientras el barco operaba en la zona del archipiélago de Hoang Sa de Vietnam, la portavoz de la Cancillería, Pham Thu Hang, ha declarado que Hanói está sumamente preocupado, descontento y se opone resueltamente a este hecho violento.
Subrayó que los actos mencionados han violado gravemente la soberanía de Vietnam sobre el archipiélago de Hoang Sa, han infringido el derecho internacional y la Convemar y son contrarios a las percepciones comunes alcanzadas por altos dirigentes de los dos países sobre un mejor control y gestión de las disputas marítimas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación del sudeste asiático se comunicó con la Embajada de China en Hanói para informar su oposición a estos actos y exigió a Beijing que respete plenamente la soberanía de Vietnam sobre el archipiélago de Hoang Sa.