Como un ser querido que se ha ido para siempre

Como un ser querido que se ha ido para siempre

La habitación donde fue atendido el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong, en sus últimos días de vida sigue intacta. La enfermera Nguyen Thi Hong continuó con su rutina diaria de doblar mantas y almohadas, limpiar el escritorio y colocar cuidadosamente documentos y periódicos en un rincón. Mientras lo hacía, Hong contuvo las lágrimas. Para el personal médico del Hospital Militar Central 108, parece que todavía quedan aquí la calidez, el afecto y la sonrisa optimista del extinto líder.

Durante el tratamiento en el Hospital Militar Central 108 antes de su partida física, el secretario general del Partido Comunista de Vietnam (PCV), Nguyen Phu Trong, siempre se mostró confiado y cumplió con el régimen de tratamiento dado por los expertos médicos de esta institución médica. Para el personal médico aquí, el líder partidista era una persona sencilla, cercana, franca y divertida, quien sirvió al Partido y al pueblo con todo corazón y devoción hasta el último minuto de su vida.

El secretario general siempre confía en el equipo médico en el país

El secretario general Nguyen Phu Trong respiró por última vez en el Hospital Militar Central 108 en la tarde del pasado 19 de julio. Su desaparición física es como la pérdida de algo muy sagrado para todos los médicos y enfermeras del hospital. Para ellos, la amabilidad y devoción del líder del Partido aportaron valiosas lecciones.

En conversaciones con el periódico Nhan Dan, los médicos y enfermeras del Departamento de Protección y Cuidado de Salud de funcionarios del Comité Central del PCV, dependiente del Hospital Militar Central 108 (Departamento A11), compartieron sus pensamientos y sentimientos sobre el secretario general Nguyen Phu Trong durante el tratamiento y los cuidados que recibió el extinto líder antes de su partida.

El general de brigada, profesor y doctor Le Huu Song, director del hospital, expresó que su entidad se siente muy honrada de asumir la tarea de cuidar la salud de los altos funcionarios y la salud del pueblo, especialmente del secretario general Nguyen Phu Trong. Dijo que, para cumplir la tarea, su hospital, junto con el Comité de Protección y Cuidado de Salud de funcionarios del Comité Central del PCV, invitó a expertos médicos nacionales y extranjeros a consultar y elaborar los mejores planes de tratamiento para el secretario general.

Dijo con emoción que todo el personal de su hospital conserva en su corazón un afecto especial por el secretario general y lo considera como un abuelo, un padre y un miembro de la familia. Este cariño especial se deriva de los buenos sentimientos del jefe del Partido hacia el personal del hospital y del respeto por sus contribuciones al pueblo y al país.

Según el médico, el secretario general Nguyen Phu Trong era un "paciente especial" porque siempre colaboraba con el tratamiento propuesto. El dirigente siempre se mostró satisfecho con la capacidad, la inteligencia y la dedicación del personal médico del hospital, recordó.

Contó que, en los últimos días de su vida, cuando su salud se fue debilitando progresivamente, el secretario general mantuvo su habitual intensidad de trabajo. Aunque el Consejo Profesional había pronosticado el estado de salud del dirigente, quedaron muy sorprendidos por su capacidad de trabajo. "El Secretario General nos dio energía para seguir trabajando con más ahínco", afirmó Huu Song.

Como persona que atendió al secretario general durante muchos años, el profesor Asociado y doctor Nguyen Phuong Dong, del Departamento de Protección y Cuidado de Salud de funcionarios del Comité Central del PCV del hospital, dijo que puede recordar exactamente el horario de trabajo del extinto líder.

"El secretario general trabajó hasta el último momento de su vida. Cuando supimos que no podíamos salvarlo, nos sentimos muy tristes y vacíos, como si hubiéramos perdido algo sagrado. Lamentamos mucho la marcha de una persona tan grande como el secretario general", dijo.

Un paciente especialmente amable y allegado

El personal médico del Hospital Militar Central 108 no sólo se sienten honrado de haber cuidado al secretario general, sino también por haber aprendido muchas lecciones de él.

Le Huu Song dijo que el secretario general era una persona responsable que superó con entereza los problemas de salud para hacer contribuciones y tomar muchas decisiones históricas en momentos importantes que determinaron el destino de la nación.

Según Huu Song, se trata de una gran lección para el personal médico del hospital, que les ayuda a estar más motivados, enérgicos y decididos a contribuir a la causa de cuidar de la salud de los dirigentes del Partido, el Estado y el ejército y del pueblo.

Durante su período de tratamiento, el secretario general fue un "paciente especial", porque siempre se mostró cooperativo y cumplidor con el plan de tratamiento, y se mostró satisfecho con la cualificación, inteligencia y entusiasmo del equipo médico del hospital.

Como enfermera que atendió personalmente al secretario general durante los últimos cuatro o cinco años, la mayor Nguyen Thi Hong confió que el líder del Partido era una persona muy sencilla, abierta y amable, que trataba al personal médico como si fuera de su familia. Era como un padre, un tío que siempre se compadecía de las dificultades de los médicos y enfermeras.

"La imagen y la sonrisa del secretario general permanecen en nuestros corazones..."

Thi Hong contó que, tras momentos de duro trabajo, el secretario general aparecía a veces de buen humor o leía divertidos poemas sobre el amor cuando se sentaba por la tarde en su silla del pasillo frente al Río Rojo.

Dijo que el secretario general apenas dedicaba tiempo a descansar. Después de despertarse, además de tomar té y hacer ejercicio por la mañana, leía periódicos, trabajaba y recibía invitados. Cuando estaba cansado, pedía descansar.

Además de tomar té y hacer ejercicio por la mañana, el secretario general dedica tiempo a leer periódicos, trabajar y recibir invitados.
Además de tomar té y hacer ejercicio por la mañana, el secretario general dedica tiempo a leer periódicos, trabajar y recibir invitados.

Hong compartió que se sentía honrada y afortunada de sentarse junto al secretario general en cada comida. Según la revelación de esta enfermera, al líder partidista le gustaba mucho comer dulces de maní que le regalaban sus hijos y nietos. En su escritorio siempre había un tarro de este caramelo. Cada vez que los médicos y enfermeras se sentaban a su alrededor escuchando sus cuentos, los invitaba a disfrutarlos, de forma muy cercana e íntima, recordó.

El cálido afecto del secretario general reconfortaba el corazón de quienes entraban en contacto con él. Aunque era un líder de alto rango, siempre se preocupaba por cada persona, independientemente de su cargo. Según recuerda el profesor asociado Nguyen Phuong Dong, el 8 de marzo, a pesar de estar ocupado con mucho trabajo, antes de despedirse del Departamento A11 para regresar a su lugar de trabajo, el secretario general entregó a cada empleada una hermosa rosa.

Al mediodía del 22 de julio, el comedor del Departamento A11 estaba tan bullicioso como de costumbre. Se sirvieron comidas deliciosas y calientes a los líderes que estaban siendo atendidos en el hospital. Pero los empleados ya no tuvieron oportunidad de cocinar para el secretario general.

La enfermera Nguyen Thi Xoa dijo que el secretario general llevaba una dieta muy sencilla, siguiendo un régimen médico. Los cocineros cambiaban el menú cada día para adaptarse a la situación.

Thi Xao se emocionó: "Cada mañana, alrededor de las 6:30, le preparábamos el desayuno. Cocinábamos platos suaves o gachas para servirle. Al secretario general le gustaba comer fideos instantáneos, pero no le dejábamos comer mucho por su salud. Para cambiar su dieta, a veces le servíamos Pho Hanói (sopa de fideos al estilo de Hanói).

El conjunto de sillas y mesas donde se sentó el secretario general Nguyen Phu Trong con vistas al Río Rojo.

El conjunto de sillas y mesas donde se sentó el secretario general Nguyen Phu Trong con vistas al Río Rojo.

"Cuidamos al secretario general como a nuestros padres, no como a un alto dirigente. Aunque falleció, su imagen y sonrisa siguen en nuestros corazones. Realmente lo extrañamos", expresó.

Fuera de la sala de tratamiento, en el pasillo, se colocó un conjunto de sillas y mesas de madera con vista al Río Rojo, donde el secretario general Nguyen Phu Trong y el personal médico se sentaban a descansar.

En sus ratos libres, el secretario general contemplaba el río Rojo desde el pasillo del hospital. Hablaba de la actualidad, y a veces contaba anécdotas humorísticas para desconectar.

El secretario general Nguyen Phu Trong, un dirigente ejemplar, sencillo, abierto y afable, es un ejemplo para todos los miembros del personal médico del hospital para que sigan esforzándose y dedicándose a cumplir la misión de cuidar de la salud del pueblo.

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