Se trata del primer distrito de la capital vietnamita en implementar de forma experimental ese modelo, cuyo objetivo es reducir al mínimo la afluencia de personas a los mercados locales y así evitar su concentración, y transmisión del virus.
Las salidas deben hacerse de modo alternativo entre los días pares e impares y los domingos, y dentro de un determinado horario. Incluso se les pide a los comerciantes en algunas zonas anotar información de los compradores en caso de que sea necesario para la labor de cuarentena y rastreo.
En la entrada al mercado de Nhat Tan, los residentes hacen colas cumpliendo estrictamente las normas de distanciamiento.
Cada tarjeta es de un solo uso para cualquier mercado en el vecindario. Se debe hacer la compra el día indicado en ese papel y entregarlo a miembros de las autoridades competentes en la entrada al mercado.
Al entrar y salir se debe también mantener la distancia entre otras personas.
En el mercado, los vendedores necesitan igualmente aplicar medidas preventivas. Cada tienda mantiene alejados a sus clientes a través de cordones y vallas.
Cualquier trabajador, comprador o vendedor con fiebre, tos, dolor de garganta o problemas respiratorios o que es confirmado como enfermo será aislado inmediatamente in situ.
Marcas en el suelo que indican la posición donde deben estar los compradores, una medida para garantizar la reglamentaria distancia entre ellos.
Pantalla de nylon para evitar el contagio en el mercado de Phu Gia.
El secretario del Comité capitalino del Partido Comunista, Dinh Tien Dung, considera necesario este modelo a la hora de asegurar el distanciamiento, así que pidió a otras localidades estudiar la aplicación del mismo en su territorio. El sector de Industria y Comercio también promulgará un formato de tarjeta común para toda la ciudad.