La iniciativa, liderada por el Servicio de Salud Pública, también tiene como objetivo manejar y detectar de manera efectiva las enfermedades no transmisibles (ENT) entre esta población.
El plan, que comenzará en 2024, ha sido presentado al Comité Popular para su aprobación y asignación presupuestaria.
Como parte de un programa piloto, a cada distrito se le asignará una sala específica responsable de realizar los controles de salud de más de un millón de residentes mayores, antes del 31 de agosto.
El paquete de chequeo de salud incluirá exámenes clínicos, ecografías abdominales y diversas pruebas para determinar los niveles de glucosa, creatinina, LDL-C y triglicéridos.
Estos exámenes son cruciales para identificar posibles problemas de salud y prevenir la aparición de enfermedades crónicas, según el Servicio de Salud Pública.
Todos los gastos serán cubiertos por el presupuesto de la ciudad.
Se utilizarán instalaciones designadas, como puestos de salud, centros de salud, hospitales de distrito u hospitales generales regionales, para llevar a cabo los controles médicos. Estas instalaciones deben contar con el personal adecuado, el equipo necesario y la coordinación con las autoridades locales para establecer lugares de control convenientes.
Cada equipo que realice los controles estará compuesto por un médico general, un especialista en medicina general o de familia y un médico experto en ecografías abdominales, para realizar los controles médicos hasta a 50 personas al día.
Durante los chequeos, los médicos harán las recomendaciones de exámenes y pruebas apropiadas. Los resultados de las pruebas estarán disponibles dentro de las 24 a 48 horas, lo cual permitirá diagnósticos oportunos y tratamiento inmediato si es necesario.
Los pacientes adultos mayores diagnosticados con enfermedades no transmisibles durante estos controles serán inscritos en un programa integrado, estrechamente vinculado a las estaciones de salud locales.
Los resultados de sus pruebas se registrarán en registros de salud electrónicos, lo que permitirá a las personas administrar mejor su información de salud personal y que los centros de atención médica tengan datos completos para visitas posteriores, lo que garantiza la continuidad de la atención.
Para aquellos que rechacen el tratamiento en los puestos de salud, su información seguirá siendo actualizada para fines de gestión y serán derivados a otros establecimientos de salud, en caso de ser necesario.
En la actualidad, la ciudad tiene más de cuatro millones de personas de 60 años o más. La mayoría sufre de hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardiovasculares, según el Servicio de Salud Pública.