Se trata de una actividad anual en ocasión del Día de Conmemoración de los Reyes Hung (10 de marzo lunar), que cae este año el 10 de abril, con la meta de elegir al equipo encargado de preparar dichos pasteles para ofrendar a los legendarios monarcas en el próximo festival.
Esta novena edición del certamen contó con 13 grupos de tres personas en representación de diferentes localidades de Phu Tho. Debían elaborar 10 pasteles de cada tipo garantizando los criterios tanto de estética como de sabor y la reglamentaria duración de las fases, como 10 minutos para envolver y cinco horas para cocer los ‘banh chung’, o 30 minutos para hervir el arroz y otros 15 para machacarlo y amoldarlo en ‘banh day’.
Según la vicedirectora de la Zona de reliquias, Nguyen Thi Hoang Oanh, el evento rinde tributo a los Reyes Hung y contribuye a conservar, promover y difundir dentro y fuera del país las singularidades del culto a esos primeros soberanos de la nación.
Además, está destinado a honrar los productos hechos de arroz y brindar a los artesanos participantes la oportunidad de intercambiar y de fomentar la cohesión comunitaria, destacó.
Cuenta la leyenda vietnamita que el rey Hung VI prometió ceder el trono al hijo que le rindiera el mejor tributo. A Lang Lieu, el príncipe número 18 y el de menor fortuna, se le ocurrió utilizar productos agrícolas comunes como el arroz glutinoso, los frijoles de soja y la carne de cerdo para elaborar el pastel cuadrado ‘banh chung’ y el redondo ‘banh day’, que según explicó representaban la tierra y el cielo, respectivamente.
Esos sencillos platos fueron los que más agradaron al monarca y desde entonces se popularizaron y se convirtieron en ofrendas sagradas a los ancestros, con las cuales sus descendientes les manifiestan gratitud.