En otoño, el bosque de manglares de Ru Cha, situado en la ciudad de Hue, cabecera de la central provincia vietnamita de Thua Thien-Hue, combinado con el cielo, las nubes y las aguas, pinta una conmovedora serenidad.
Cada vez que el otoño toca la puerta, los paisajes de Ru Cha se cubren de un color amarillo tan resplandeciente que hace exclamar a cualquier visitante. (Fotografía: VOV)
El raro bosque primario de manglares del sistema de albuferas de Tam Giang-Cau Hai, extendido sobre unas cinco hectáreas, tiene la función de prevenir la salinización y proteger los recursos acuáticos y en tierra firme.
En medio del recinto está erigido un observatorio de hormigón al servicio de la labor de gestión. Desde la cima de la torre se puede contemplar el panorama de lagunas y paisajes locales, inmensos y magníficos.
Quienes prefieren caminar pueden andar bordeando veredas de cemento para observar de cerca las raigambres típicas de ‘cha’, nombre coloquial del mangle ‘Excoecaria agallocha’, que ocupa más del 80 por ciento de la vegetación local.
El remanso de paz en Ru Cha representa una armonía de flora, firmamento, nubes y aguas.
Al cambiar de color, el follaje del árbol ‘cha’ caerá rápido e incluso un montón si hay fuerte lluvia o racha de viento. Por lo tanto, en esta temporada los turistas se apresuran para contemplar paisajes que aparecen una vez al año.
Este año, la ciudad de Hue organiza un concurso fotográfico sobre Ru Cha con la aspiración de dar a conocer este destino a gente de todo el país. Las obras participantes deben describir la naturaleza o la vida diaria de los lugareños.
Alrededores de Ru Cha y otras áreas del ecosistema de Tam Giang-Cau Hai, la gente se gana el pan pescando y practicando la acuicultura.
Se espera que el recinto acoja una surtida serie de actividades turísticas para los amantes de la exploración.