Carolyn Turk, directora del BM en el país indochino, destacó que para resolver seriamente el problema de la contaminación atmosférica se requiere la coordinación de las provincias vecinas.
Afirmó que el BM está listo para fortalecer sus compromisos de apoyar a la ciudad capital a resolver sus problemas ambientales para construir un Hanói verde, limpio y hermoso.
En el taller, expertos, científicos y representantes de organizaciones sociales sobre el medio ambiente y las empresas propusieron una serie de medidas para mejorar la calidad del aire en la capital.
Con el proceso de urbanización y expansión, al tiempo que se convierte en una de las 17 mayores ciudades del mundo, Hanói sufre las repercusiones de la contaminación ambiental y el cambio climático, que deterioran la calidad de vida de la población y socavan el desarrollo sostenible de la ciudad.
Para lidiar con esta situación, Hanói ha tomado medidas para limitar las fuentes que contaminan el aire. En concreto, ha puesto en funcionamiento un sistema de 35 estaciones automáticas de monitoreo de aire y seis estaciones de monitoreo de agua superficial, y vigila la calidad de las emisiones ambientales y aguas residuales en las zonas industriales e instalaciones productivas.
Sin embargo, ante el impredecible cambio climático y la vertiginosa urbanización, la metrópolis necesita la cooperación de las organizaciones sociales y los socios de desarrollo para promover acciones conjuntas destinadas a mejorar la calidad del aire y proteger la salud pública.