Según un informe presentado en una sesión de interpelación del tercer periodo de debates del Parlamento vietnamita de la XV legislatura, la funcionaria dijo que, para abril de 2022, el crédito para la inversión y los negocios de valores representó alrededor del 0,5 por ciento del total de deudas pendientes de la economía.
El saldo total destinado a la inversión en bonos corporativos de las instituciones crediticias a fines de abril pasado superó los 13,8 mil millones de dólares, una pequeña proporción en comparación con el total de crédito pendiente (2,86 por ciento), lo cual demuestra que las actividades de inversión al respecto siguen siendo controladas, destacó.
Sin embargo, el control del crédito en el sector bursátil y de la emisión de valores corporativos aún presenta dificultades y obstáculos, señaló, al enfatizar que el BEV continuará estudiando la modificación de las normas sobre la compraventa de esos bonos, a la par de mejorar la gestión de las instituciones financieras sobre el tema, como contribución a garantizar la seguridad en las actividades bancarias y apoyar el desarrollo sostenible del mercado.
La entidad fortalecerá la inspección y supervisión de las operaciones al respecto y tomará medidas para prevenir y detectar oportunamente los riesgos e infracciones emergentes, continuó.
El BEV también seguirá coordinando estrechamente con los ministerios y sectores relevantes para acelerar la implementación de soluciones destinadas a reestructurar y desarrollar de manera sostenible los segmentos del mercado financiero, con el propósito de promover el mercado de bonos corporativos en un canal de movilización a mediano y largo plazo de la economía.
Con respecto a los préstamos para inversiones y negocios inmobiliarios, Thi Hong informó que a fines de abril de 2022, el total de préstamos pendientes para las instituciones de crédito alcanzó más de 98,7 mil millones de dólares, lo que representa un aumento del 10,19 por ciento con respecto a finales de 2021 y el 20,44 por ciento del recuento de débitos pendientes de la economía, mientras la tasa de deudas incobrables se mantuvo en un 1,62 por ciento.
De ese modo, el BEV evaluó la inversión y el negocio en bienes raíces como una de las áreas de riesgo para la actividad bancaria, que requiere soluciones de control.
Por tal motivo, subrayó que la entidad continuará dirigiendo a las instituciones financieras para desarrollar el crédito de manera segura y efectiva; controlar estrictamente los sectores potencialmente riesgosos como el mercado inmobiliario y, al mismo tiempo, crear condiciones favorables a fin de que las organizaciones y personas accedan a fuentes de préstamo para la compra de viviendas de uso propio, especialmente aquellas social y comercialmente de bajo costo.
Además, continuará revisando y coordinando con los ministerios y dependencias pertinentes para perfeccionar las normas legales que apoyen el desarrollo sostenible del mercado inmobiliario, controlar los riesgos y garantizar la seguridad del sistema de organizaciones de crédito.