En virtud de un documento emitido a principios de esta semana, el viceprimer ministro Le Minh Khai solicitó a la gobernadora del BEV, Nguyen Thi Hong, que se coordine con las agencias pertinentes para implementar de manera urgente y efectiva tareas y soluciones en pos de gestionar y estabilizar el mercado del oro.
El vicepremier también asignó al BEV la coordinación estrecha con las agencias pertinentes a fin de llevar a cabo con urgencia una inspección y supervisión estrecha y exhaustiva del mercado del oro. La supervisión e inspección deberán realizarse con las empresas comercializadoras, almacenes y agentes distribuidores de ese metal precioso.
La medida del Gobierno tiene como objetivo garantizar la estabilidad y seguridad del mercado del oro y contribuir a limitar la "doración" de la economía, además de garantizar la seguridad financiera y monetaria nacional y desarrollar un mercado del oro seguro, saludable, eficaz y sostenible.
El Primer Ministro exige un informe sobre los resultados de la gestión de estas tareas en marzo de 2024.
De hecho, el Gobierno ha solicitado repetidamente al BEV que tome medidas para gestionar el mercado del oro en aras de evitar que los precios de los lingotes de oro sean demasiado altos en comparación con el mundo desde finales del año pasado.
Según el Decreto 24/2012/NĐ-CP, el BEV tiene el monopolio de la producción e importación de oro, mientras que la Compañía de Joyería de Saigon (SJC) era el único fabricante de lingotes de esa marca.
Según los expertos, junto con la preferencia general vietnamita de mantener el oro como medio de reserva para protegerse contra la inflación y los riesgos, los monopolios provocan un desequilibrio en la oferta y la demanda en el mercado del oro, lo cual hace que los precios internos del oro difieran ampliamente de los costos mundiales. En algunos puntos, la diferencia de precios llegó a 833 dólares por tael, lo cual no era razonable.
Dadas las enormes diferencias entre los precios nacionales y mundiales del oro, aumenta el contrabando con fines de lucro, lo que dificulta la gestión del mercado de ese metal precioso, causa pérdidas al presupuesto estatal y plantea riesgos para los tipos de cambio. La especulación y la manipulación también están distorsionando el mercado interno del oro.
Por lo tanto, proponen modificar el decreto y esperan que el mercado del oro experimente una mayor liberalización en el futuro. Cualquier nueva regulación que permita las importaciones de oro ayudará a reducir la brecha entre el precio nacional e internacional de ese metal, protegiendo los derechos de los inversores.