El evento fue organizado conjuntamente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con el objetivo de mejorar los esfuerzos de los países para abordar ese problema.
Durante su intervención, el vicecanciller vietnamita Nguyen Minh Vu destacó la necesidad de que las naciones del Sudeste Asiático estrechen su coordinación para prevenir y reducir la apatridia a nivel nacional, regional y global, lo cual ayudará a gestionar mejor la población y la migración, así como a proteger y promover los derechos humanos.
La directora de ACNUR para Asia y el Pacífico, Indrika Ratwatte, elogió los avances logrados por las naciones de la región en la lucha contra la apatridia en los últimos años y destacó su convicción de que tales logros, junto con el intercambio de experiencias, los alentarán a trabajar más duro para poner fin al problema.
La coordinadora residente de la ONU en Vietnam, Pauline Tamesis, en el evento. |
La coordinadora residente de la ONU en Vietnam, Pauline Tamesis, destacó que se necesitan acciones y objetivos más firmes para resolver la cuestión de manera más efectiva en la región.
Los participantes discutieron la conexión entre poner fin a esa situación y la reducción de la pobreza y la plena implementación de los objetivos de desarrollo sostenible.
Un apátrida es una persona física que no posee ninguna nacionalidad, es decir, no cuenta con la pertenencia de ningún Estado. Como resultado, a menudo no se les permite ir a la escuela, ver a un médico, conseguir un trabajo, abrir una cuenta bancaria, comprar una casa o incluso casarse.