Vietnam y Cuba: 60 años de historia predestinada

Los lazos especiales tradicionales de países camaradas y hermanos entre Vietnam y Cuba, que superan los límites y reglas normales de las relaciones internacionales, se desarrollan con los sentimientos nutridos durante los 60 años de altibajos de la historia. La empatía y la comprensión entre ambos pueblos situados en dos distantes hemisferios proceden de la unión de los ideales revolucionarios de la época y la lucha por la independencia y liberación nacional.

Exposición fotográfica con motivo del 45 aniversario de la histórica visita del líder cubano Fidel Castro a Vietnam.
Exposición fotográfica con motivo del 45 aniversario de la histórica visita del líder cubano Fidel Castro a Vietnam.

Vietnam y Cuba comparten similitudes en los eventos importantes, los cuales no solo cambiaron el destino del país sino que también inspiraron el levantamiento de los pueblos oprimidos en el mundo.

En los años 50 del siglo pasado, unido al flujo irreversible de la lucha contra el colonialismo para la liberación nacional, Vietnam cosechó una victoria que resonó en el mundo entero, la de Dien Bien Phu en 1954. Mientras que por su parte, el pueblo cubano consiguió el triunfo del 1 de enero de 1959, uno de los sucesos más influyentes en América Latina en el siglo XX que cambió el panorama político de esta región.

Poco después de su exitosa Revolución, el 2 de diciembre de 1960, la República de Cuba se convirtió en el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con la República Democrática de Vietnam.

Este hito importante en las relaciones bilaterales constituyó un significado especial para el joven Gobierno de Vietnam, especialmente cuando Cuba superó la distancia geográfica y las circunstancias difíciles para estar hombro a hombro y ayudar al pueblo vietnamita como un amigo sincero y un compañero confiable.

Durante la guerra de resistencia de Vietnam contra Estados Unidos para salvar el país, la Mayor de las Antillas siempre se encontraba en la primera línea del movimiento internacional que apoyaba a la nación indochina. También fue el primer Estado en el mundo en reconocer el Frente de Liberación Nacional de Vietnam y acogió a una misión permanente del Frente en La Habana en julio de 1962, al igual que designar a un embajador, actuando como el único enviado extranjero residente, ante el Gobierno Revolucionario Provisional de la República de Vietnam del Sur en marzo de 1969.

Al inicio de la década de 1960, en medio del recrudecimiento de la guerra de invasión en Vietnam por parte de Estados Unidos así como su rompimiento de las relaciones diplomáticas e imposición del embargo económico-comercial contra Cuba, el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam fue fundado bajo la orden directa del Comandante en Jefe Fidel Castro.

A través de este organismo, la solidaridad con el país sudesteasiático se extendió a las escuelas, hospitales, fábricas, sitios de construcción, fuerzas armadas y todo el pueblo cubano, convirtiéndose en un gran movimiento a nivel nacional con el lema "Todo por Vietnam". No hay ningún otro país en el mundo como Cuba que cuente con miles de fábricas, escuelas y barrios con los nombres de los héroes vietnamitas en la lucha contra Estados Unidos.

Como máximo líder del Partido Comunista y el Estado cubanos, Fidel Castro también marchó con todo el pueblo para mostrar la solidaridad con este país hermano. Además de su reconocida frase “Por Vietnam, estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre”, Fidel transformó sus viajes al exterior en campañas para exhortar a los gobiernos y a los pueblos en el mundo a respaldar la resistencia de Vietnam ante la invasión estadounidense. El 16 de septiembre de 1973, el líder revolucionario cubano se convirtió en el primer y único dirigente extranjero que visitó la zona liberada de Quang Tri.

Los vietnamitas nunca se olvidarán de los funcionarios, expertos y trabajadores cubanos que vinieron durante la guerra, para resistir junto con el pueblo vietnamita los bombardeos en el puerto de Hai Phong y construir el camino de Truong Son, el Hospital de Amistad Dong Hoi y el Hotel Thang Loi, entre otros. Las obras realizadas con la ayuda de Cuba son preciosos regalos y una muestra del afecto especial del pueblo cubano a pesar de que este país caribeño también estaba enfrentando numerosas dificultades y necesitaba asistencia extranjera.

Además de acompañar en los años difíciles de la guerra, La Habana siempre estuvo hombro a hombro con Hanói en la causa de construcción y desarrollo nacional, enfrentando el asedio, aislamiento, embargo y sabotaje contra Vietnam en los años de posguerra.

Cuba jugó un papel muy importante en la movilización de los países latinoamericanos para apoyar a Vietnam a unirse a las Naciones Unidas, en la 32ª sesión de la Asamblea General de esta mayor organización internacional en 1977.

En la nueva etapa revolucionaria de cada país, Vietnam continúa alcanzando importantes logros en el proceso de renovación e integración internacional, mientras que Cuba continúa trabajando en la construcción y el desarrollo del país.

Cuba todavía enfrenta numerosos obstáculos. Por eso, Vietnam considera que la solidaridad, el apoyo y la cooperación con este país hermano son el principio y la orden del corazón de todos los vietnamitas, quienes mantienen siempre la tradición de “al beber agua, recuerda el manantial”, ser fieles a sus amigos, camaradas y hermanos.

A pesar de los vaivenes de la historia, hoy en día los dos países se encuentran ante nuevas oportunidades y desafíos. Los vínculos binacionales de solidaridad tradicional y cooperación integrales se consolidan incesantemente en todas las esferas.

Constituyen un ejemplo de esto varias visitas de delegaciones del Partido Comunista y el Estado de Vietnam, así como de Ministerios y sectores, a Cuba durante los últimos años, incluida una efectuada por el secretario general del Partido y presidente de Estado, Nguyen Phu Trong. Por otro lado, dirigentes de alto nivel del país isleño también realizaron frecuentemente visitas a Hanói, entre ellos la del presidente Miguel Díaz-Canel.

Se trata de ocasiones donde los líderes partidistas y estatales evalúan el progreso de las relaciones binacionales y analizan las nuevas orientaciones, con vistas a profundizar la solidaridad tradicional entre los dos Partidos, Estados y pueblos, por el bien y el destino de ambas naciones.

Vietnam y Cuba disponen de plenos elementos para cultivar y seguir estrechando sus lazos. Ambas partes son conscientes de la oportunidad y necesidad de mantenerse codo con codo en los foros internacionales, en defensa de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y las leyes internacionales, así como de los derechos e intereses de los países pequeños en el contexto de la complejidad geopolítica y la amenaza de intervenir e imponer de las grandes potencias.

Vietnam se encuentra en un período de integración más amplia en el mundo con la firma de numerosos tratados de libre comercio de nueva generación. Por su parte, Cuba está dedicándose a actualizar su modelo de desarrollo económico, consultando las experiencias del país indochino y otros amigos para el proceso. Los dos Estados se consideran socios importantes en el sector, pues la isla caribeña eligió a Vietnam como primer asociado en Asia con el cual investigó, negoció y firmó un nuevo acuerdo comercial. Este documento, rubricado en noviembre de 2018, sustituyó un pacto entre los dos Gobiernos establecido en 1996.

Ambas partes también implementaron la Agenda Económica Bilateral a Mediano Plazo durante el período 2014-2019 y están en preparación para firmar la destinada al próximo quinquenio. Según datos publicados en 2018, Vietnam se convirtió en el segundo mayor socio comercial de Cuba en Asia y Oceanía, y además el proveedor principal de arroz a la Mayor de las Antillas. Apoyó al mismo tiempo a la isla en la producción arrocera para garantizar su seguridad alimentaria.

Al entrar en el 60 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Vietnam y Cuba, el país indochino se muestra orgulloso ante la causa revolucionaria de ambos pueblos, así como la solidaridad y fidelidad entre los dos Partidos y Estados. Cuanto más orgullosos se sienten, más firme será la confianza en el futuro brillante de cada país y de los nexos especiales que han atesorado sus Partidos y pueblos a lo largo de las últimas seis décadas. Juntos depositan la fe en la intensa vitalidad de la consigna que les ha acompañado y vigorizado en cada empresa: ¡Vietnam y Cuba unidos, vencerán!