La adhesión de Vietnam al MPIA envía un mensaje contundente sobre su compromiso con un sistema de comercio multilateral basado en normas. Dado que el Órgano de Apelación de la OMC, considerado el "tribunal supremo" del comercio internacional, está temporalmente inactivo, la participación de Hanói es vista como una acción responsable que contribuye a mantener la confianza y la estabilidad del comercio mundial.
El MPIA se formó como una solución temporal para garantizar que los miembros de la OMC sigan disponiendo de un mecanismo de arbitraje de dos niveles, objetivo y transparente, para resolver las diferencias comerciales. Al unirse, Vietnam no solo protege sus propios intereses, sino que también colabora con la comunidad global para fortalecer los cimientos del sistema de la OMC.
Estratégicamente, la adhesión al MPIA eleva la posición y la voz de Vietnam en las discusiones sobre la reforma de la OMC. Es una oportunidad para que el país demuestre su papel como un miembro activo y responsable, dispuesto a participar en la configuración de las futuras reglas del comercio mundial.
En términos de beneficios prácticos, el MPIA sirve como un "escudo legal" efectivo. Este mecanismo proporciona a Vietnam una herramienta esencial para proteger los derechos e intereses legítimos de sus empresas y sectores exportadores frente a complejas disputas comerciales. Garantizar el derecho de apelación en un caso hace que los fallos sean más justos y confiables, creando un entorno empresarial internacional más predecible y seguro.
Vietnam se ha convertido en el 57º miembro de la OMC en incorporarse a este mecanismo, uniéndose a importantes economías y socios comerciales clave como la Unión Europea, China, Japón, Canadá, Australia y países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) como Singapur, Malasia y Filipinas. Este movimiento reafirma su integración profunda y exhaustiva en la economía mundial.