Así lo subrayó la víspera Tran Hong Ha, viceprimer ministro de Vietnam, durante una reunión en Hanói con Takebe Tsutomu, asesor especial de la Alianza Parlamentaria de Amistad entre ambas naciones.
Según la Agencia Vietnamita de Noticias, Tran Hong Ha habló de las medidas destinadas al fortalecimiento de los lazos entre los dos países en el contexto de que celebran en 2023 el 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales, con vistas a llevar la asociación estratégica Vietnam-Japón por la paz y la prosperidad de Asia a una nueva etapa de desarrollo.
Al expresar su apoyo a las iniciativas del Gobierno japonés para el objetivo de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a cero, abordó el potencial de cooperación entre las dos partes en la transición energética equitativa, la transformación desde energía de carbón a las renovables y la formación-intercambio de recursos humanos, entre otros.
Consideró que los recursos humanos de alta calidad son un requisito previo para implementar la transición energética y de economía para conseguir el mencionado propósito, así como proteger a las personas ante los desastres naturales y los impactos negativos del cambio climático.
Los países en desarrollo solo pueden realizar la transición energética equitativa y lograr el objetivo de cero emisiones netas en el caso de que los desarrollados promuevan la transferencia de tecnología en materia de energía renovable, producción de hidrógeno verde y amoníaco verde, dijo.
La Universidad Vietnam-Japón es un modelo típico para los vínculos de colaboración entre los dos países en la inversión y el desarrollo humano, resaltó. Al mismo tiempo, reconoció y agradeció el apoyo tecnológico y financiero nipón a su Estado en la superación de las consecuencias del Agente Naranja.
A la vez, Takebe Tsutomu enfatizó que la profundización y consolidación de las relaciones Vietnam-Japón es de gran importancia para el desarrollo de cada parte, especialmente ante los cambios impredecibles en el mundo, y los desafíos en términos de seguridad alimentaria, energética, bienestar social y calentamiento global.
Además, hizo una serie de propuestas de cooperación relacionadas con la educación y formación de recursos humanos de alta calidad, la respuesta a la intrusión salina, el aumento del nivel del mar en el Delta del río Mekong y la superación de las consecuencias del Agente Naranja.