El partido desarrollado en el estadio Al Maktoum en Dubái fue decidido por el árbitro asistente de video (VAR).
En la primera vez que la Confederación Asiática de Fútbol aplicó esta tecnología, el VAR negó el gol anotado a los minutos 25 por el mediocampista japonés Yoshida, quien, según videoarbitraje, tocó el balón antes de que entrara en la portería de Vietnam.
En la segunda mitad el árbitro decidió consultar de nuevo el VAR a los minutos 57 para reevaluar la situación defensiva de Bui Tien Dung contra el mediocampista japonés Ritsu Doan. El equipo de la Nación del Sol Naciente obtuvo el único gol del partido gracias al penalti.
El primer partido en los cuartos de final de la Copa Asiática 2019 es como el enfrentamiento entre David y el gigante Goliat. Japón se confirmó como una potencia mundial al mantener el dominio del balón, con capacidad física y nivel técnico superiores a sus rivales.
Sin embargo, Vietnam mostró al mundo que merece el reconocimiento como una emergente potencia procedente del Sudeste Asiático.
En la ronda clasificatoria, Japón ganó los cuatro partidos. Mientras tanto, Vietnam perdió los dos primeros partidos en el Grupo D y derrotó a Yemén y se clasificó por encima de Líbano en puntos de juego limpio. De esa manera, obtuvo el último boleto a los octavos de final.
Posteriormente, los discípulos del entrenador sudcoreano Park Hang-seo ganaron a Jordania en los lanzamientos desde el punto penal. El equipo de Asia Occidental fue el primer equipo que obtuvo la entrada, con siete puntos después de tres partidos.
