Así lo pronunció Patrick Haverman, jefe adjunto representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Vietnam durante el seminario titulado “Difusión de los resultados del estudio sobre la producción de vacunas y la participación de Vietnam en el programa de transferencia tecnológica de ARMm de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, efectuado la víspera en Hanói.
Haverman dijo que en los últimos seis meses de 2021, con el apoyo del Mecanismo de Acceso Global a la Vacuna Covid-19 (COVAX) y las organizaciones internacionales, Vietnam se ha convertido en uno de los países con la tasa de vacunación más alta del mundo, salvando vidas y facilitando la reapertura y la recuperación económica.
Enfatizó que el desarrollo de capacidades de Vietnam contribuirá a la producción rutinaria de vacunas para el Programa Ampliado de Inmunizaciones del país, incluida la aplicación de nuevas tecnologías, así como el desarrollo de capacidades para responder a enfermedades emergentes y pandemias en el futuro.
En la cita, los investigadores discutieron los estudios realizados por el PNUD en colaboración con el Instituto de Estrategia y Política de Salud (IEPS) sobre los temas relacionados con la elaboración de esquemas sobre la capacidad actual de producción de vacunas de Vietnam, las políticas y los procedimientos internacionales de concesión de licencias para las vacunas, entre otros.
También comentaron que la participación de Vietnam en el programa de transferencia de tecnología de ARNm iniciado por la OMS ha marcado un paso importante hacia el aumento del acceso y la producción nacional de vacunas.
Según Nguyen Khanh Phuong, directora adjunta del IEPS, Vietnam tiene la capacidad de dominar la tecnología de producción de vacunas, y es uno de los pocos países que es casi proactivo sobre todas las vacunas en su programa ampliado de inmunización.
Para que Vietnam se convierta en un centro regional de producción de vacunas, Khanh Phuong recomendó que el país se centre en el desarrollo de recursos humanos calificados y la construcción de una planta de producción de esas sustancias farmacéuticas que satisface la demanda interna y exportación, además de mejorar el sistema de gestión de calidad de esos productos para cumplir con los estándares internacionales.
Por otro lado, resulta necesario continuar fortaleciendo el sistema de agencias nacionales de gestión de vacunas, obtener certificaciones de la OMS sobre este campo, y elaborar políticas al respecto, acentuó Khanh Phuong.