Turistas extranjeros hacen de alfarero en aldea tradicional de Vietnam

Al llegar a la renombrada aldea de alfarería de Thanh Ha, en la central provincia vietnamita de Quang Nam, los visitantes foráneos son invitados a observar cómo las piezas de barro se transforman en obras artísticas y a crearlas con sus propias manos.

El oficio de alfarería que dio renombre a esta aldea data del siglo XVI y se practica principalmente en la zona de Nam Dieu, a orillas del río Thu Bon, en la ciudad de Hoi An.

Las bulliciosas actividades alfareras de Thanh Ha han pasado a la literatura folclórica, figurando en varios refranes.

Las bulliciosas actividades alfareras de Thanh Ha han pasado a la literatura folclórica, figurando en varios refranes.

La alfarería de Thanh Ha alcanzó su apogeo a finales del siglo XIX e inicios del XX. Según ancianos locales, en la primera mitad del siglo XX había hasta cientos de artesanos en la aldea y numerosas familias ganaron una fortuna gracias a este oficio.

La alfarería de Thanh Ha alcanzó su apogeo a finales del siglo XIX e inicios del XX. Según ancianos locales, en la primera mitad del siglo XX había hasta cientos de artesanos en la aldea y numerosas familias ganaron una fortuna gracias a este oficio.

Luego del meticuloso procesamiento del barro, cuyo fruto es una masa blanda y fina como de pastelería, los alfareros empiezan a darle forma. Cuando los productos ya no son pastosos, los dejan secar al sol o cerca del horno antes de la cocción.
Luego del meticuloso procesamiento del barro, cuyo fruto es una masa blanda y fina como de pastelería, los alfareros empiezan a darle forma. Cuando los productos ya no son pastosos, los dejan secar al sol o cerca del horno antes de la cocción.
Con el paso del tiempo, marcado por las guerras y el proceso de modernización, las ventas de la localidad han caído notablemente. Algunos artesanos se pasaron a la fabricación de ladrillos y azulejos, los de mayor edad se jubilaron y la mayoría de los jóvenes muestra poco interés por conservar el legado.

Con el paso del tiempo, marcado por las guerras y el proceso de modernización, las ventas de la localidad han caído notablemente. Algunos artesanos se pasaron a la fabricación de ladrillos y azulejos, los de mayor edad se jubilaron y la mayoría de los jóvenes muestra poco interés por conservar el legado.

Sin embargo, varios artífices mantienen su pasión e intentan restablecer el oficio. En los últimos casi diez años, la aldea de Thanh Ha ha emergido como una gran atracción turística dentro y fuera del país, especialmente desde que el casco antiguo en Hoi An fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sin embargo, varios artífices mantienen su pasión e intentan restablecer el oficio. En los últimos casi diez años, la aldea de Thanh Ha ha emergido como una gran atracción turística dentro y fuera del país, especialmente desde que el casco antiguo en Hoi An fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Actualmente en la aldea hay 67 miembros de 32 familias dedicadas a la cerámica tradicional, la cerámica de bellas artes y los suvenires de esta materia.

Actualmente en la aldea hay 67 miembros de 32 familias dedicadas a la cerámica tradicional, la cerámica de bellas artes y los suvenires de esta materia.

Los establecimientos en Thanh Ha producen principalmente objetos de uso cotidiano como vasijas, jarrones y cuencos, de diversas formas y colores.

Los establecimientos en Thanh Ha producen principalmente objetos de uso cotidiano como vasijas, jarrones y cuencos, de diversas formas y colores.

Además de mantener su oficio tradicional, los lugareños intentan restaurar las antiguas técnicas y probarlas deviene una curiosa experiencia para varios visitantes extranjeros.

Además de mantener su oficio tradicional, los lugareños intentan restaurar las antiguas técnicas y probarlas deviene una curiosa experiencia para varios visitantes extranjeros.

Turistas eligiendo suvenires en la aldea.

Turistas eligiendo suvenires en la aldea.

Fotografía: baoquocte.vn
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