A continuación, la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) les presenta el texto completo del artículo:
TRANSFORMACIÓN DIGITAL - UN MOTOR IMPORTANTE PARA DESARROLLAR LAS FUERZAS PRODUCTIVAS, PERFECCIONAR LAS RELACIONES DE PRODUCCIÓN Y LLEVAR AL PAÍS A UNA NUEVA ERA
TO LAM
Secretario general del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam
Presidente de la República Socialista de Vietnam
1. Inmediatamente después de tomar el poder, nuestro Partido comprendió profundamente la importancia de desarrollar las fuerzas productivas y reformar y perfeccionar paso a paso las relaciones de producción. Este proceso ha pasado por muchas etapas, reflejando el movimiento y desarrollo continuo de la Revolución de Vietnam.
La Revolución de Agosto de 1945 abrió una nueva página en la historia del desarrollo de la nación en el contexto de que el país acababa de obtener la independencia y entró en una guerra de resistencia prolongada. Partiendo de una agricultura atrasada, después de miles de años de dominio feudal y cientos de años de yugo colonial, nuestro Partido implementó la política de “la tierra para quien trabaja” para dar tierra a los agricultores y abolir la propiedad privada de los medios de producción, con el fin de reformar las relaciones de producción y sentar las bases para construir un modo de producción socialista.
En el período de 1954 a 1975, nuestra revolución llevó a cabo simultáneamente dos tareas estratégicas: la revolución socialista en el Norte y la revolución democrática popular en el Sur. En el Norte, se centró en construir una base material y técnica del socialismo, consolidando y perfeccionando las nuevas relaciones de producción basadas en tres pilares: la propiedad pública, la gestión planificada centralizada, y la distribución basada en el trabajo [1], lo que impulsó notablemente el desarrollo de las fuerzas productivas.
En 1975, nuestro país se reunificó completamente, abriendo un nuevo capítulo en la construcción del socialismo. El IV Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (PCV) en 1976, basado en la evaluación de la característica principal del país, que es avanzar directamente de la producción pequeña al socialismo, saltándose la etapa del capitalismo, fijó la dirección de adherirse firmemente a la dictadura del proletariado, promover el derecho de la clase trabajadora a la propiedad colectiva y llevar a cabo simultáneamente tres revoluciones en las relaciones de producción, en ciencia y tecnología, y en ideología y cultura [2]. Entre ellas, la revolución científica y tecnológica fue clave, mientras que la industrialización acelerada se consideró una tarea central.
Desde 1979 hasta antes del VI Congreso Nacional del Partido en 1986, nuestro país experimentó graves crisis, en parte debido a la falta de sincronización entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas se vieron limitadas no solo cuando las relaciones de producción eran obsoletas, sino también cuando estas relaciones sobrepasaron con creces el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas [3]. Consciente de esta cuestión, el VI Congreso Nacional del Partido decidió llevar a cabo una renovación integral, centrando la renovación en la economía, reestructurando la economía, desarrollando diversos sectores económicos, reformando los mecanismos de gestión, aboliendo los subsidios y avanzando gradualmente hacia una economía de mercado con orientación socialista.
La Resolución No. 10-NQ/TW del 5 de abril de 1988 del Buró Político un paso decisivo en la renovación de las relaciones de producción en la agricultura, al reconocer oficialmente a las familias como unidades económicas independientes y otorgar a los campesinos el derecho de uso de la tierra a largo plazo, en línea con las necesidades de desarrollo de las fuerzas productivas [4]. Solo un año después de implementar la resolución, Vietnam, después de un largo período de escasez de alimentos, produjo 21,5 millones de toneladas de arroz y, por primera vez, exportó 1,2 millones de toneladas de arroz. El ajuste apropiado de las relaciones de producción creó un nuevo impulso para el desarrollo de las fuerzas productivas, sacando al país de la crisis y entrando en un período de renovación integral e integración internacional.
Un trabajador de transmisión eléctrica Binh Dinh utiliza un vehículo aéreo no tripulado (UAV) con una cámara termográfica para verificar la emisión de calor de los equipos en la línea eléctrica. (Fotografía: VNA) |
2. Al entrar en el siglo XXI, Vietnam ha logrado grandes éxitos en el desarrollo socioeconómico. Se estima que la tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) durante el período 2021-2025 será del 5,7-5,9 por ciento anual, situándose entre los grupos más altos de la región y del mundo; el tamaño de la economía aumentará 1,45 veces, alcanzando aproximadamente 500 mil millones de dólares en 2025. El ingreso per cápita aumentará sustancialmente de tres mil 400 dólares a unos cuatro mil 650 dólares, posicionando a Vietnam en el grupo de países de ingresos medianos-altos para 2025. La economía macroeconómica se mantiene estable, con inflación controlada; las políticas se implementan de manera flexible y eficaz; la posición y la reputación internacional del país están aumentando continuamente; la tasa de crecimiento económico se mantiene alta y el nivel de vida de la población ha mejorado considerablemente. Se estima que la fuerza laboral alcanzará los 53,2 millones de personas para el año 2025, con un cambio positivo en la estructura. La proporción de trabajo agrícola disminuirá drásticamente, quedando en el 25,8 por ciento; la calidad de los recursos humanos seguirá mejorando con un 70 por ciento de la fuerza laboral recibiendo capacitación. El enfoque estará en desarrollar recursos humanos de alta calidad que puedan satisfacer las demandas de la Cuarta Revolución Industrial en áreas clave, como la industria de semiconductores, la inteligencia artificial y la tecnología de la información. Se formará un grupo de trabajadores con pensamiento y habilidades digitales en constante mejora. La inteligencia artificial (IA), el Internet de las cosas (IoT), big data y la computación en la nube están convirtiéndose gradualmente en herramientas de producción esenciales en varias industrias y sectores. La infraestructura, especialmente la infraestructura digital, está siendo fuertemente desarrollada. La red de telecomunicaciones e Internet de banda ancha cubre extensamente todo el país, creando una base para el desarrollo de la economía y la sociedad digital. Sin embargo, también enfrentamos nuevos desafíos. El proceso de globalización e integración internacional plantea una necesidad urgente de mejorar la competitividad de la economía. La Cuarta Revolución Industrial está avanzando rápidamente, y el desarrollo de las herramientas de producción en la economía digital está creando cambios profundos en las fuerzas productivas, lo que lleva a nuevas contradicciones con las relaciones de producción existentes. Esto no solo sienta las bases y crea el impulso para la formación de nuevos modos de producción en el futuro, sino que también exige cambios fundamentales en la organización de la producción y la gestión social. Si bien se forman y desarrollan rápidamente nuevas fuerzas productivas, sigue existiendo una brecha entre la calidad de los recursos humanos y las exigencias del desarrollo del país en esta nueva fase. La formación de los recursos humanos, especialmente de los que trabajan en el sector de alta tecnología, sigue siendo un reto importante. Las relaciones de producción aún presentan muchas deficiencias y no logran ponerse al día con el desarrollo de las fuerzas productivas. En este contexto, los mecanismos, políticas y leyes aún no son realmente coherentes, presentan solapamientos y no crean un entorno verdaderamente favorable para atraer recursos de inversores nacionales e internacionales, así como de la población. La implementación de leyes y políticas sigue siendo un eslabón débil. La organización y la realización de un aparato administrativo estatal racionalizado y eficaz con menos niveles intermedios aún muestran deficiencias, ya que algunas partes siguen siendo engorrosas y las funciones legislativas y ejecutivas se superponen, lo que no cumple con los requisitos para mejorar la eficacia y la eficiencia de la gestión. Algunos ministerios y sectores aún asumen tareas que deberían ser responsabilidad de las autoridades locales, lo que lleva al mecanismo de solicitud y favor, que puede conducir fácilmente a fenómenos negativos como la corrupción. Los esfuerzos para racionalizar el personal asociado a los puestos de trabajo y mejorar la calidad y la reestructuración de la función pública siguen siendo insuficientes. El trabajo de reforma administrativa, transformación digital, desarrollo del gobierno electrónico y gobierno digital aún tiene limitaciones. Existen procedimientos administrativos engorrosos y obsoletos, que implican muchos pasos y oficinas, consumen mucho tiempo y esfuerzo para los ciudadanos y las empresas, y crean fácilmente oportunidades para la corrupción menor y obstaculizan el desarrollo. La conexión y el intercambio de datos entre los sistemas de información de ministerios, sectores, localidades y bases de datos nacionales aún no son perfecto; muchos servicios públicos en línea tienen baja calidad y la tasa de uso es aún baja; y las unidades de "ventanilla única" en varios niveles aún no son efectivas en muchos lugares. Basándonos en la teoría del marxismo-leninismo, reconocemos que, en la relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, las fuerzas productivas desempeñan un papel decisivo en el desarrollo de las relaciones de producción, y estas últimas deben ser constantemente ajustadas para adecuarse al nivel creciente de las fuerzas productivas. Cuando las relaciones de producción no mantienen el ritmo del desarrollo de las fuerzas productivas, se convierten en un obstáculo que limita el avance progresivo del modo de producción en su totalidad, afectando así el desarrollo general del país.
Los trámites administrativos se digitalizan en las plataformas de servicios públicos, lo que contribuye a generar comodidad y transparencia en la gestión de trámites para las personas. (Fotografía: VNA) |
3. Estamos ante la necesidad de una revolución con reformas profundas y exhaustivas para ajustar las relaciones de producción y crear nuevos impulsos para el desarrollo. Esta revolución es la transformación digital, la aplicación de la ciencia y la tecnología para reestructurar las relaciones de producción en consonancia con el avance sobresaliente de las fuerzas productivas. La transformación digital no es simplemente la aplicación de tecnologías digitales a las actividades económicas y sociales, sino que también es el proceso de establecer un nuevo, avanzado y moderno modo de producción - el “modo de producción digital”, en el que la característica destacada de las fuerzas productivas es la combinación armoniosa entre el ser humano y la inteligencia artificial; los datos se convierten en un recurso y en un importante medio de producción; al mismo tiempo, las relaciones de producción también experimentan transformaciones profundas, especialmente en las formas de propiedad y distribución de los medios de producción digitales. Los cambios en las relaciones de producción tendrán importantes impactos en la superestructura, abrirán un nuevo modo de gobernanza social, crearán nuevas herramientas para la gestión estatal y transformarán fundamentalmente la forma en que interactúan el Estado y los ciudadanos, así como entre las clases sociales. El proceso de transformación digital debe llevarse a cabo de manera integral y coherente, teniendo en cuenta la relación dialéctica entre la infraestructura y la superestructura, con el fin de construir una economía de mercado con orientación socialista que potencie las fuerzas productivas modernas mientras se asegura la buena naturaleza del régimen socialista, en consonancia con las condiciones específicas de Vietnam en la nueva era. Para ello, los líderes de los comités del Partido, las administraciones, las agencias, las empresas y los ciudadanos deben tomar plena conciencia, asumir la responsabilidad y decidirse a llevar a cabo el proceso de transformación digital, centrándose en las siguientes tareas clave: En primer lugar, es necesario perfeccionar el sistema institucional y legal, perseguir firmemente el objetivo de construir una economía de mercado con orientación socialista y renovarse incesantemente para mantenerse al día con la tendencia de desarrollo de la época. Es fundamental construir un marco legal para la economía digital, estableciendo una base para que Vietnam aproveche las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial. Se deben implementar mecanismos y políticas robustas que impulsen la transformación digital en todos los sectores económicos y sociales, fomenten la innovación, y protejan los derechos de propiedad intelectual. Es importante revisar y actualizar regularmente las regulaciones obsoletas, crear corredores para nuevos modelos económicos como la economía colaborativa, la economía circular, y la inteligencia artificial, asegurar que los marcos legales no se conviertan en barreras para el desarrollo, al tiempo que se garantiza la seguridad nacional y se protegen los derechos y los intereses legítimos de los ciudadanos y las empresas. En segundo lugar, es necesario liberar y maximizar todos los recursos sociales y acelerar la modernización. Deben crear mecanismos y políticas adecuados para movilizar los enormes recursos de las personas, las empresas y los sectores económicos; los recursos de la tierra y los activos acumulados por el pueblo, y convertir estos potenciales en impulsores y medios de producción para generar más riqueza material para la sociedad. Se debe crear un entorno de inversión abierto y transparente para atraer fuertemente capital nacional e internacional para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Al mismo tiempo, es importante maximizar el potencial del recurso humano, que es el factor decisivo en el proceso de renovación; establecer mecanismos innovadores para atraer talentos nacionales e internacionales; desarrollar una estrategia para formar recursos humanos con conocimientos, habilidades y pensamiento innovador y creativo, que satisfaga las demandas de la economía digital y la Cuarta Revolución Industrial. En tercer lugar, es necesario reformar y construir un aparato administrativo estatal racionalizado y eficaz. Se deben reducir los niveles intermedios innecesarios y reorganizar las estructuras hacia un enfoque multidisciplinario y multisectorial. Se debe fomentar la descentralización y delegación de autoridad junto con el fortalecimiento de la supervisión y el control, y aclarar las responsabilidades entre el gobierno central y las autoridades locales, entre los niveles locales, y entre los gerentes y los trabajadores. Es fundamental perfeccionar los mecanismos de control y supervisión para asegurar la cohesión en la gestión estatal y promover la iniciativa y creatividad de las regiones. Se debe avanzar en la aplicación de tecnologías de la información, construir plataformas digitales para conectar y compartir datos entre agencias y organizaciones. El objetivo es que para el año 2030, Vietnam esté en el grupo de los 50 países líderes en el mundo y en el tercero en la Asean en términos de gobierno electrónico y economía digital. Durante el proceso de reforma, se debe ceñirse al principio de liderazgo del Partido, gestión del Estado y dominio del pueblo. La racionalización del aparato debe mejorar la eficacia de la gestión estatal, la calidad del servicio a los ciudadanos y empresas, y crear un entorno favorable para el desarrollo socioeconómico. En cuarto lugar, acelerar la transformación digital vinculada con garantizar la seguridad y protección es una necesidad objetiva para que Vietnam cree avances en la nueva era. Se debe enfocarse en construir una sociedad digital, digitalizar integralmente las actividades de gestión estatal y proporcionar servicios públicos en línea de alto nivel. Es necesario conectar de manera sincronizada las bases de datos nacionales sobre población, tierras y empresas, creando una base para racionalizar el aparato y reformar sustancialmente los procedimientos administrativos. El desarrollo de la economía digital debe proporcionar un nuevo impulso para el crecimiento; promover la aplicación de la tecnología digital en todos los sectores y áreas para crear nuevos modelos de negocio. Además, se debe desarrollar ciudadanos digitales, equipándolos con el conocimiento y habilidades necesarias para participar eficazmente en la economía digital y la sociedad digital, asegurando que nadie quede atrás. Nuestro país se encuentra ante una nueva oportunidad, que representa tanto una ocasión como un desafío en el camino del desarrollo. Bajo el liderazgo del Partido, con el consenso y los esfuerzos conjuntos de todo el Partido, el pueblo y todo el sistema político, sin duda llevaremos a cabo con éxito la revolución de la transformación digital, crearemos avances en el desarrollo de las fuerzas productivas y el perfeccionamiento de las relaciones de producción, llevando a nuestro país y a nuestra nación a un destacado ascenso en la nueva era, una de progreso, civilización y modernidad.