Con más de 70 años en esa labor, la familia de Nguyen Thi Dan, en la aldea artesanal de Quang An (distrito de Tay Ho, Hanói) prepara los ingredientes del té de loto tradicional todos los veranos, cuando la planta florece.
De acuerdo con Thi Dan, para elaborar una infusión de suprema calidad se eligen las flores en ciernes.
Luego se separan los estambres, o arroz de loto, para marinarlos con el té más especial de Thai Nguyen. Este proceso se considera el más difícil y requiere del artesano una gran meticulosidad.
Para que el té absorba la fragrancia del loto, las etapas de secado se repiten hasta siete veces. Por eso, el té de loto del lago Oeste clasifica como uno de los más preciosos y más caros.
Cada kilogramo de té requiere 200 gramos de arroz de loto, para lo cual se requieren unas mil flores.
Solo las flores de loto recogidas en el lago de Oeste pueden producir un aroma tan suave y a la vez profundo.
Debido a la reducción del área de loto, la familia de Thi Dan tuvo que hacer pedidos de otros lugares meses atras. Por lo tanto, los artesanos solo logran unos cinco o seis kilogramos de té cada temporada por la sofisticación del producto.
Además del producto de suprema calidad, en los últimos años los artesanos en la aldea artesanal de Quang An también han elaborado el té “Xoi”, que es el marinado directamente en una flor de loto fresca.
Para quienes viven en la aldea de Quang An, hacer té no es realmente una manera de ganarse la vida, sino la preservación de un elegante rasgo cultural de la capital.