La electrificación de los remolcadores se alinea con los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte, un sector con importantes emisiones de CO2. El Volta 1, construido por una empresa holandesa en Vietnam y que sustituye a los remolques de diésel en el río Escalda, se considera el primer remolcador eléctrico de su tipo en Europa. Sus avanzadas baterías permiten operar durante 12 horas con una fuerza de tracción de 70 toneladas, sin emitir CO2 directamente.
Se está considerando si el Volta 1 será un modelo para la flota del embarcadero. Jacques Vermeiren, director ejecutivo del Puerto de Amberes-Brujas, afirmó que están probando remolcadores propulsados por hidrógeno y metanol para identificar la mejor tecnología para la neutralidad de carbono para 2050. A pesar de los mayores costos iniciales, los remolcadores eléctricos podrían tener menores costos operativos a largo plazo, señaló.
Según Vermeiren, el puerto ha estado invirtiendo en 350 MW de energía eólica, solar y sistemas de baterías para impulsar la autosuficiencia energética, lo que aumenta su atractivo para las empresas que buscan un transporte neutro en carbono. Volta 1 se considera un símbolo de los objetivos climáticos de Europa, que se vinculan con el creciente papel de la industria vietnamita en la cadena de valor verde global.