Recrear la imagen del antiguo Tet, conservar los valores tradicionales

El Año Nuevo Lunar o Tet no solo marca la transición entre el año viejo y el nuevo, sino también atesora costumbres y hábitos imbuidos del carácter y el espíritu de Vietnam. Numerosas personas, especialmente aquellos que deben trabajar lejos de casa, esperan con ansias la fiesta tradicional para regresar a su tierra natal y disfrutar de la alegría del reencuentro con sus familiares.

El Tet no es solo un momento para dar la bienvenida a la nueva primavera, sino también una ocasión para celebrar reuniones familiares. (Fotografía: Thanh Dat)
El Tet no es solo un momento para dar la bienvenida a la nueva primavera, sino también una ocasión para celebrar reuniones familiares. (Fotografía: Thanh Dat)

Tanto en los viejos tiempos como ahora, las flores de durazno y los kumquats (flores y plantas típicas del Tet en el Norte de Vietnam) eran indispensables para esta fiesta tradicional.

Cuando llega el Tet, cada familia prepara “banh chung” (pasteles cuadrados de arroz glutinoso). Los ingredientes principales de este plato son arroz glutinoso, soja verde, carne de cerdo y condimentos envueltos en hojas de Dong (Phrynium placentarium).

Los niños se sientan alrededor del abuelo para verlo preparar hojas de Dong.

Primero se ponen las hojas de Dong como base, se vierte un tazón de arroz glutinoso, medio puñado de soja verde y dos trozos de carne marinada en el centro. Luego se agrega otro medio puñado de soja verde, y por último, otro tazón de arroz glutinoso para cubrir los ingredientes.

La elaboración de “banh chung” significa el reencuentro en el nuevo año y es una de las tradicionales infaltables durante el Tet.

Las mujeres preparan una bandeja de cinco tipos de frutas para mostrar respeto a sus ancestros y desear un año nuevo lleno de salud, felicidad y plenitud.

El espacio y la atmósfera del Tet.

Ya sea en el campo o en la ciudad, durante el Tet, los vietnamitas se bañan con hojas de cilantro como forma de despojarse de la mala suerte del año viejo, dejando solo una sensación pura y refrescante para dar la bienvenida al nuevo año.

El ambiente cálido y alegre típico del Tet.