Según el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, hasta la mañana del 3 de octubre, Bualoi, el décimo tifón que azotó el país este año, junto con lluvias torrenciales y tornados bajo su impacto durante los últimos días, había dejado 52 fallecidos, 14 desaparecidos; 349 viviendas colapsadas; 172 mil 104 casas dañadas o sin techos; casi 89 mil hectáreas de arroz y cultivos anegados y destruidos; más de dos mil cabezas de ganado y 519 mil aves de corral muertas o arrastradas; más de 17 mil hectáreas de acuicultura afectadas, y 50 mil hectáreas de bosques dañados.
El desastre también provocó deslizamientos, inundaciones y bloqueos en siete mil 573 puntos de carreteras; 58 mil 361 metros de canales dañados; 203 obras hidráulicas averiadas; además de mil 486 centros escolares y 145 instalaciones sanitarias afectadas. Las pérdidas económicas en algunas provincias se estiman en 624 millones de dólares.

El premier Pham Minh Chinh decidió el 2 de octubre la asignación de 99 millones de dólares del fondo de contingencia del presupuesto estatal de 2025 para 15 localidades para apoyar a su población, reparar diques, embalses, infraestructuras de prevención de desastres y obras esenciales, así como reubicar a comunidades afectadas por el tifón y otros desastres naturales ocurridos desde inicios de 2025.
En nombre del Partido Comunista, el Estado y el secretario general de la organización política, To Lam, el jefe de Gobierno expresó sus más profundas condolencias y solidaridad a las familias y localidades afectadas, especialmente a aquellas con víctimas mortales, desaparecidos o heridos.
Minh Chinh destacó lecciones en la prevención y la respuesta ante desastres naturales, subrayando que la prioridad absoluta es proteger a las personas, minimizar las pérdidas humanas y utilizar todos los medios posibles para salvar vidas.
Señaló la importancia de un seguimiento riguroso de fenómenos como tifones, deslizamientos, hundimientos e inundaciones, y la movilización efectiva de las fuerzas “en el lugar” para actuar de forma temprana y oportuna.
Al analizar las limitaciones, indicó que la principal causa de las pérdidas humanas ha sido la subjetividad y la falta de decisión de algunas autoridades locales. Además, señaló que las infraestructuras siguen siendo insuficientes y vulnerables, con inundaciones recurrentes en zonas urbanas, montañosas, costeras e insulares.
De cara al futuro, exigió medidas rápidas para estabilizar la vida de la población, incluidas las de honrar a los fallecidos según las costumbres, continuar la búsqueda de desaparecidos, atender a los heridos, y garantizar alojamiento, alimentos y bienes esenciales. “No se permitirá que el pueblo viva a la intemperie ni en la miseria”, aseguró.
Informó que, actualmente, 350 viviendas están totalmente destruidas y, con un alto sentido de responsabilidad de las autoridades y el apoyo de toda la sociedad, instó a que, más tardar el 15 de diciembre, se reconstruyan todas esas casas. En octubre deben repararse las 172 mil viviendas dañadas; y antes del 15 de octubre deben estar listos las escuelas y los centros de salud para recibir a los estudiantes y atender a la población.
Pidió a los ministerios, sectores y localidades coordinarse en la restauración de infraestructura esencial como electricidad, agua y telecomunicaciones, brindar el máximo apoyo a los hogares damnificados y reactivar la producción y los negocios, especialmente en la agricultura, para que la población recupere pronto la normalidad.
El Ministerio de Finanzas deberá coordinarse con las provincias para aplicar de inmediato políticas de apoyo y pago de seguros a empresas, mientras que el Banco Estatal orientará a los bancos comerciales a reestructurar, aplazar deudas y facilitar créditos a empresas y ciudadanos.
A largo plazo, ordenó revisar las normas y los procesos de diseño y operación de infraestructuras críticas como electricidad, telecomunicaciones, transporte, drenaje, diques y obras hidráulicas para adecuarlos a las exigencias de prevención de desastres en el actual contexto de cambio climático extremo.
El jefe de Gobierno indicó que es necesario concretar el modelo de “cuatro en el lugar” en el marco de la organización de gobiernos locales de dos niveles, con reservas estratégicas a nivel comunal de alimentos, agua potable y medicinas para emergencias.
Asimismo, subrayó la necesidad de priorizar recursos presupuestarios en la labor de prevención y rescate, especialmente en las tareas de pronóstico y monitoreo de desastres.
Instó a intensificar la comunicación y la conciencia ciudadana sobre la prevención de tifones, y a implementar con urgencia y determinación las medidas de respuesta al tifón Matmo.