Así lo subrayó hoy el primer ministro Pham Minh Chinh durante un acto de homenaje póstumo y entierro de los retos de mártires y expertos vietnamitas caídos en el país y en Camboya, que tuvo lugar en la provincia sureña de An Giang.
El evento se realizó con motivo del 78 aniversario del Día de Inválidos de Guerra y Mártires (27 de julio), demostrando la profunda gratitud del Partido, el Estado y el pueblo a los heroicos mártires que se sacrificaron por la independencia nacional y las nobles obligaciones internacionales.
Minh Chinh enfatizó que se trata de un evento importante para despedir a los mártires, los hijos destacados de la nación, quienes se sacrificaron heroicamente por la independencia de la Patria, por nobles obligaciones internacionales, así como por la paz, la estabilidad, la cooperación y el desarrollo en la región y el mundo.
Detalló que este acto conmemorativo se realiza en un contexto de profunda transformación en el país con la reorganización del sistema político, la implementación de las cuatro resoluciones del Buró Político para concretar la visión y las acciones del XIII Congreso Nacional del Partido y el despliegue de numerosas acciones para cumplir con los objetivos planificados para 2030 y 2045.
El Partido y el Estado no tienen otro objetivo mayor que mantener la independencia y la libertad de la Patria, para llevar una vida cada vez más feliz y próspera al pueblo, apuntó.
El jefe de Gobierno citó el dicho del Presidente Ho Chi Minh que plantea: “Nosotros preferiríamos sacrificar todo, pero no dejaremos perder el país y vivir en la esclavitud”.
Para conseguir la independencia, la libertad y la felicidad se ha contado con la sangre y los huesos de muchos mártires y soldados heridos, y hasta la actualidad el pueblo sufre las consecuencias de la guerra, sobre todo las bombas sin detonar y el Agente Naranja, significó.
Pham Minh Chinh también visitó y entregó obsequios al equipo que busca y recoge los restos de los mártires de la Región Militar 9. El dirigente dijo que en las guerras de resistencia de Vietnam y en las misiones internacionales fallecieron más de 1,2 millones de mártires, de los cuales más de 300 mil no han sido plenamente identificados.
El país nunca ha tenido la fortuna, el potencial, la posición y el prestigio internacional que tiene hoy, gracias al esfuerzo de todo el pueblo, incluida la dedicación y el sacrificio de las generaciones anteriores y de caídos, resaltó.
Aseguró que las tareas de búsqueda y recolección de los restos de los mártires han recibido especial atención del Partido y Estado, lo que refleja la profunda gratitud a aquellos que dieron su vida por la nación y demuestra la filosofía popular de "beber agua, recordar el manantial".
El primer ministro reconoció además los esfuerzos y las contribuciones de los oficiales y soldados de la Región Militar 9 para cumplir con éxito la sagrada misión asignada por el Partido, el Estado y el pueblo.
Con el fin de mejorar la eficiencia de sus tareas en el futuro, instó a los soldados a comprender mejor las directrices y políticas del Partido y del Estado, seguir de cerca la realidad, coordinar y sincronizar estrechamente la realización de encomiendas, así como maximizar la movilización de recursos y la participación de la sociedad y de todo el sistema político.
Al mismo tiempo, los urgió a promover la divulgación certera sobre estos temas y aumentar la aplicación de tecnologías para facilitar la identificación y el lugar de entierro de los restos, entre otros aspectos.
También hizo hincapié en la importancia de seguir fortaleciendo la cooperación internacional, especialmente con el Gobierno y el pueblo de Camboya, para facilitar el trabajo de búsqueda y repatriación de los restos de combatientes y especialistas connacionales caídos en el país vecino.
