El secretario general del PCV, To Lam, junto con otros líderes, funcionarios y empleados de la Oficina, participaron en el acto solidario, contribuyendo cada uno con al menos un día de salario.
En su intervención durante el evento, To Lam expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y compartió el dolor de los ciudadanos en las zonas golpeadas por el desastre.
Subrayó la necesidad de movilizar a las fuerzas armadas, la policía y la juventud para apoyar las labores de recuperación, incluidas la reparación de viviendas, el alojamiento temporal, el suministro de alimentos, agua potable y artículos esenciales, asegurando que nadie quede sin techo, comida o abrigo.
El líder partidista también instó a restaurar de inmediato las instalaciones educativas y sanitarias para garantizar que los estudiantes puedan volver a clases y los ciudadanos tengan acceso a servicios médicos.
Asimismo, pidió una recuperación urgente del tráfico, la electricidad, el suministro de agua, las telecomunicaciones y otros servicios esenciales, especialmente en las zonas aisladas.
Hizo hincapié en que las autoridades locales deben seguir de cerca la evolución de los fenómenos meteorológicos y aplicar oportunamente el principio de "cuatro en el lugar" para una respuesta proactiva y eficaz.

El mismo día, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional (ANV) llevó a cabo una misma actividad para apoyar a los ciudadanos y localidades damnificadas.
El presidente de la ANV, Tran Thanh Man, junto con otros dirigentes del Parlamento, miembros de comisiones, así como funcionarios y empleados, realizaron una contribución solidaria.
Esta acción tiene como objetivo unir esfuerzos con todo el país para asistir a las provincias del Norte y Norte-Centro, que están sufriendo graves consecuencias a causa del tifón número 10, a fin de ayudar a las comunidades afectadas a recuperarse y estabilizar sus vidas.
Según datos oficiales, hasta las 15:00 horas de hoy, el tifón Bualoi había dejado 40 muertos, 21 desaparecidos y 150 heridos. Se reportaron daños en más de 167 mil viviendas, con 58 mil 800 casas inundadas, y mil 435 escuelas afectadas. Además, casi 52 mil 500 hectáreas de arroz y cultivos, así como cientos de miles de cabezas de ganado y productos acuáticos, resultaron dañados. Numerosos caminos, postes eléctricos, árboles y diques fluviales y costeros también sufrieron destrozos, provocando graves interrupciones en el tráfico.