El Danh Bong se caracteriza por ser representado por varones nacidos en la aldea Trieu Khuc. Esos bailarines son cuidadosamente seleccionados, teniendo en cuenta desde su apariencia, su nivel de educación hasta su origen familiar. Interpretan el rol de chicas jóvenes con movimientos del baile que reflejan no solo el coqueteo femenino sino también muestran la actitud del hombre y el espíritu marcial.
Esta coreografía es un aspecto cultural singular y un orgullo de los aldeanos de esta localidad. Gracias a la sucesión de generaciones de los artistas, hoy en día, Danh Bong sigue siendo preservado y representado como una parte indispensable del festival de Trieu Khuc.
La festividad comienza con la procesión de palanquín, seguido por la danza de leones y dragones.
Antes de la representación de Danh Bong, los bailarines se maquillan para lucir como chicas, llevando puesto el traje tradicional “mo ba mo bay” (compuesto de varias solapas y de colores) y un pequeño tambor de color rojo.
El artista Trieu Dinh Hong (74 años), la última persona de la aldea que enseña este baile en el momento, ayuda a maquillar a los bailarines.
Este año, el festejo se alienta más porque el festival de la aldea Trieu Khuc ha sido reconocido como Patrimonio cultural intangible nacional.
A pesar de la pena que sentía cuando empezó a bailar, después de 5 años, el joven Nguyen Van Chi Hieu ahora solo siente la felicidad en los movimientos de esta danza. Lo más difícil de este baile es la mirada, la que debe expresar el flirteo con otro bailarín.
El bailarín debe tocar el tambor con el ritmo de la orquesta de tambores grandes y moverse en una danza libre, fuerte, flexible y suave al mismo tiempo. La coreografía con el tambor de Trieu Khuc es representada por pareja en postura opuesta.
Además de este baile tradicional, la procesión del emperador Phung Hung hacia la casa comunal también atrae muchas atenciones de los espectadores.
La gente siempre expresa su reverencia, orando por la buena suerte y un año sin problemas al ver pasar la procesión.
A lo largo del camino, los pobladores también colocan sus ofrendas cuando se lleva a cabo la ceremonia.
Hasta ahora, el pueblo de Trieu Khuc aún conserva los rituales y bailes que llevan la esencia, la belleza espiritual de la tradicional fiesta en la capital cultural milenaria, Hanói.