Vietnam se ha propuesto para 2030 que todas las zonas industriales y las ciudades de categoría I y II cuenten con sistemas de tratamiento de aguas residuales que cumplan con los estándares, reducir en un 30 por ciento la extracción de aguas subterráneas en comparación con los niveles actuales, y duplicar la tasa de reutilización de agua en la producción.