El Hospital Bach Mai, el primero del rango especial y el más importante de Vietnam, tiene un proceso de desarrollo incesante durante su larga historia. Es una dirección confiable, no sólo para los pacientes, sino también para los profesionales de salud de dentro y fuera del país. A su vez, los médicos y empleados del nosocomio mantienen un profundo amor hacia su lugar de trabajo y se enorgullecen de formar parte de él, una entidad heroica.
El brote del nuevo tipo de coronavirus en esta entidad médica afligió a todos, como si revivieran una tragedia del pasado, cuando el hospital fue blanco de destructores ataques de los bombarderos B52. Por más arrasadora que fuera la situación, nunca dejó de operar. Sin embargo, el enemigo invisible de hoy lo sometió al cierre y a su personal médico al confinamiento, mientras pacientes que recibían tratamiento ahí debieron abandonar el hospital.
Brotó una tristeza indescriptible. Inquietudes de los enfermos y desconcierto de los galenos y enfermeros. Empero, nada pudo afectar su confianza ni desmoralizarlos. Olvidando las amenazas a su propia salud, los galenos y sanitarios del hospital estaban más preocupados por la situación de sus pacientes. Si los que se encontraban en estado crítico no podían recurrir a su asistencia, ¿qué sería de ellos?
Por su parte, los pacientes y el pueblo en general lamentaban la situación que vivían los médicos del Hospital Bach Mai, quienes trabajan con mucha entrega día y noche para salvar vidas. La gente expresó el afecto y el agradecimiento hacia los profesionales de salud a través de cartas con líneas conmovedoras sacadas desde lo más profundo de su corazón y mediante presentes útiles destinados al hospital.
Reconociendo el papel importante del hospital de Bach Mai, uno de los más grandes del país y principal centro de tratamiento del Covid-19, el Gobierno, el Ministerio de Salud Pública y otros órganos competentes brindaron el máximo apoyo y crearon las mejores condiciones posibles para que el personal médico de la entidad se mantuviera firme en esta situación difícil y continuaran tratando a los pacientes críticos, en especial cuando fue imposible remitir estos pacientes a otra instalación médica.
Después, fue autorizado a atender casos graves derivados de los centros sanitarios de nivel inferior. Para realizar esta tarea, el hospital se vio obligado a cumplir con mayor seriedad las normativas establecidas para la admisión y el tratamiento de pacientes durante el periodo de cuarentena.
Esta importante labor se convirtió en una gran fuerza impulsora para alentar a los “combatientes de batas blancas” en esta difícil batalla, ayudándoles a superar los desafíos para vencer la enfermedad. La sabia decisión de permitir al Bach Mai, todavía sometido a cuarentena, seguir atendiendo a los casos de emergencia ayudó a salvar la vida de muchos pacientes de la mano de la Muerte. Entre ellos, se cuenta una embarazada que cayó dos veces en paro circulatorio. Los médicos de A9 (Departamento de Emergencia) tuvieron que aplicarle reanimación cardiopulmonar cuando la mujer estaba aún en la camilla, bajo la lluvia, una imagen que tocó el corazón de millones de personas.
El hospital Bach Mai se convirtió en mi segundo hogar, al que dediqué toda la vida, desde que me gradué de la Universidad de Medicina Hanói hasta que me jubilé. Por lo tanto, en estos momentos duros, siempre sigo de cerca la evolución de la pandemia y animo a mis colegas, especialmente los jóvenes.
Recientemente, mis colegas me conmovieron una vez más cuando escuché sus sentimientos íntimos desde “el ojo de la tormenta”. Los médicos, a pesar de estar aislados, no escatiman ni un minuto si se trata de salvar la vida de los pacientes en estado crítico.
Es imposible describir todas las presiones y dificultades sin precedentes que mis amigos experimentaron cuando el hospital Bach Mai fue sometido a cuarentena. Pese a los obstáculos, todos aceptaron un desafío sin precedentes, acompañando a sus colegas a luchar contra la pandemia, y al mismo tiempo, atender a los pacientes graves.
Ante la complicada evolución de la pandemia en todos los países, incluidos los más avanzados del mundo, numerosos médicos y enfermeros han contraído la enfermedad, e incluso muchos de ellos perdieron la vida a causa del Covid-19. Sin embargo, todos mis colegas siempre actúan con el espíritu del Bach Mai. Numerosos médicos se ofrecieron como voluntario para atender a víctimas del coronavirus. ¡Qué emocionante y admirable! El Hospital Bach Mai merece algo más que el título de Héroe del Trabajo.También he visto que los médicos y enfermeros del Departamento de Emergencia A9, después de su turno rotativo de guardia, hacen ejercicios juntos para mantener un buen estado de salud, en un espacio del hospital nunca antes visto así porque está en silencio y sin presencia de persona alguna. Ellos lo consideran algo muy raro, porque antes de estos momentos estaban tan ocupados en salvar las vidas de los pacientes graves que no se permitían ni un segundo de descanso.
Solo tengo un deseo y es que mis colegas siempre mantengan el optimismo y cuiden su propia salud, porque el Departamento A9 es una unidad de élite del hospital Bach Mai, y su fuerza es la única manera de luchar contra esta pandemia que todavía no se ha determinado cuando tendrá fin.
Al completar el área provisional en una sola noche, el Hospital Bach Mai se preparó para cualquier situación, hasta las peores, de la epidemia. Afortunadamente, el nosocomio dispone de una directiva fuerte, joven, dinámica y talentosa. Entre ellos, se destaca el subdirector Duong Duc Hung, un cirujano cardíaco con “manos de oro” que posee mucha experiencia en la gestión hospitalaria al estar durante varios años a cargo del Departamento de Planificación General. También se encuentra Ngo Quy Chau, director general y experto líder en patologías respiratorias, que siempre dedica todo el esfuerzo para el desarrollo sostenible de Bach Mai. Mientras, el director Nguyen Quang Tuan resalta como un distinguido cardiólogo y un líder con dosis parejas de pasión, talento y visión para llevar al Hospital Bach Mai a una nueva altura. Ellos, juntos con muchos otros profesores y doctores sagaces y bien dotados para la profesión, así como un sobresaliente personal médico, constituyen la razón para fortalecer la confianza en la victoria ante la epidemia y en un futuro brillante de este centro policlínico, de llevar la sanidad de Vietnam a alcanzar el mismo nivel que otras del continente y el mundo.
Ciertamente el Bach Mai necesita ahora más que nunca el apoyo espiritual y el acompañamiento de toda la comunidad y la sociedad para compartir los momentos más arduos de la lucha contra la pandemia del Covid-19. No obstante, el hospital ha demostrado su calidad y clase con lo que está pasando aquí, cuando los doctores están llevando a cabo una batalla integral contra el mal. Ellos no solo atienden bien a los pacientes graves y están listos para recibir los casos extremadamente urgentes, sino que también continúan mejorando las medidas preventivas y la preparación para responder a cualquier situación, además de fortalecer su propia salud para realizar todas esas tareas. De esta forma, el Hospital Bach Mai está ayudando a tranquilizarnos, alimentando la fe en una victoria sobre la enfermedad.
Solo espero que mis amados médicos, enfermeros y colegas aquí siempre estén sanos.
Estoy muy contenta de oír la noticia de que mañana, 12 de abril, el Hospital Bach Mai saldrá del aislamiento a que se vio sometido por causa del nuevo coronavirus. Todo el personal médico se encuentra bien y este lugar abrirá nuevamente sus puertas para recibir a los pacientes, como era y será habitual. Así que quiero felicitar al hospital y también a los pacientes.
El Bach Mai, con una fuerte voluntad y determinación para acabar esta peligrosa enfermedad, ha ganado la batalla y, seguramente, ¡nuestra nación vencerá la pandemia de Covid-19!
Mi fe y mi apego siempre se quedarán en el Hospital Bach Mai, el lugar de grandes y maravillosas contribuciones a la salud del pueblo.