Más allá del concepto de destino turístico, la ciudad antigua de Hoi An es como un "museo viviente" donde el Patrimonio Cultural Mundial se preserva plenamente en cada instante
La belleza de Hoi An no solo se admira, sino que se siente con todos los sentidos, profundizando así en su valor eterno. (Foto: VNA) El patrimonio no es solo arquitectura, sino también el aliento de la vida tranquila y sencilla de los habitantes locales. (Foto: VNA) El eterno atractivo del patrimonio no reside en sus estructuras inmóviles, sino en su vitalidad en la vida cotidiana. (Foto: VNA) El ritmo de vida tranquilo y pausado es una "especialidad" invaluable que atrae a los turistas en busca de la verdadera paz. (Foto: VNA)
Cuando las calles se encienden, la luz de los faroles no solo despeja la oscuridad, sino que también despierta la nostalgia en el corazón del casco antiguo. (Foto: VNA) Los turistas nacionales y extranjeros se sumergen en la tranquilidad del río Hoai, formando parte de la vitalidad contemporánea del patrimonio cultural mundial. (Foto: VNA) Paseos en barco por el río Hoai, sintiendo el apacible ritmo de la vida que fluye con este río que ha presenciado los altibajos de la historia. (Foto: VNA) Los turistas nacionales y extranjeros se sumergen en la tranquilidad del río, formando parte de la vitalidad contemporánea del patrimonio cultural mundial. (Foto: VNA)
Cuando las calles se encienden, la luz de los faroles no solo despeja la oscuridad, sino que también despierta la nostalgia en el corazón del casco antiguo. (Foto: VNA) El Puente Japonés, símbolo de Hoi An, es un claro testimonio del singular intercambio cultural entre Vietnam, China y Japón desde la época del puerto comercial. (Foto: VNA) Cada casa antigua es una historia de intercambio cultural, donde la arquitectura vietnamita, china y japonesa han coexistido en armonía durante siglos. (Foto: VNA) El ritmo de vida tranquilo y pausado es una "especialidad" invaluable que atrae a los turistas en busca de la verdadera paz. (Foto: VNA)
El eterno atractivo del patrimonio no reside en sus estructuras inmóviles, sino en su vitalidad en la vida cotidiana. (Foto: VNA)