[Foto] Cena acogedora de trabajadores de limpieza en vísperas del Año Nuevo Lunar
La cena ayer, 29 de diciembre lunar, del grupo 5 de la Empresa de Medio Ambiente Urbano de Hanói, no pudo ser más humilde, servida sobre una lona a orillas de la calle, pero rebosante de cariño por constar de platos de Tet donados por los capitalinos.
Ya es de costumbre que los miembros del grupo, en el distrito de Dong Da, se reúnen el 29 de diciembre lunar para una cena de despedida al año viejo. Ngo Thi Quang, jefa del colectivo, compartió regocijada que casi todos los manjares de este “banquete” son regalos de vecinos de la zona.
Además de los obligatorios en el Año Nuevo Lunar (Tet) como arroz glutinoso cocido al vapor y pollo hervido, los trabajadores traen uno o dos platos más desde casa y así tienen un abundante "banquete", relata Quang, quien ha celebrado 20 Tets “en la calle”.
Cao Thi He (la que reparte cuencos) lleva más de 10 años sin ir a su pueblo natal en la mayor festividad tradicional del país. Narró que la yaca que brindó a la comida fue regalo de una anciana.
Disfrutaron de la cena aprovechando un corto descanso. Se trata de la última comida que tienen juntos este año, pues al día siguiente habría tanto trabajo que no podrían reunirse.
Un deseo compartido es tener buena salud para seguir trabajando y recibir el afecto de la gente. Después de esta comida, se apresurarán a continuar sus tareas.
En esta ocasión especial, los trabajadores, aún uniformados, hablan de su vida diaria. El grupo se compone de 25 personas, 17 de las cuales son de otras ciudades o provincias. Se quedan en Hanói varios asuetos nacionales por el Año Nuevo Lunar dispuestas a mantener limpia la capital. “Más tarde, nos arreglaremos para visitar nuestro pueblo natal. En esta ocupación estamos acostumbrados a acoger el Tet en la calle”, expresó una de ellas.
Cada vez que se aproxima la fiesta, aumenta el volumen de basura por recolectar. Pero los trabajadores de limpieza están de guardia día y noche con una actitud optimista. Para ellos, la remuneración más valiosa son las palabras de ánimo de los ciudadanos y gestos como regalar los mencionados platos.
Pasos silenciosos por la noche con la disposición de conservar la imagen de una capital verde, limpia y bonita.