El diplomático señaló que hay unos 200 expatriados vietnamitas en varias regiones del país, con las mayores concentraciones en la capital, Daca, y la ciudad de Chittagong.
Precisó que la comunidad incluye a personas casadas con locales y residentes de largo plazo, expertos, ingenieros y trabajadores calificados involucrados en proyectos, empresarios y representantes de empresas vietnamitas, un grupo de unos 10 estudiantes de la Universidad Asiática para Mujeres en Chittagong y algunos otros que exploran oportunidades comerciales locales.
Cuando estallaron las protestas en julio pasado, la Embajada se coordinó con la unidad de enlace de la comunidad para difundir información sobre la situación en su plataforma en línea y en el sitio web de la Embajada, instando a la vigilancia y proporcionando la línea directa de protección ciudadana.
A medida que los disturbios empeoraron y el gobierno local impuso toques de queda, se cortó Internet y se interrumpieron las líneas telefónicas internacionales, la Embajada asignó personal para mantener un contacto diario con la comunidad y monitorear la situación y mantenerlos informados sobre la misma. Esto fue crucial ya que la mayoría de los connacionales no hablan el idioma local y estaban casi aislados del mundo exterior sin Internet.
Igualmente, la Embajada ha garantizado la absoluta seguridad de la vida y las propiedades de todo su personal. Hasta la fecha, no ha registrado ningún ciudadano vietnamita que se haya enfrentado a incidentes inseguros.
Aunque la situación actualmente se ha calmado, sigue siendo volátil. Con el gobierno interino aún en formación, la Embajada ha instado a la comunidad vietnamita a permanecer alerta. Se recomienda a los ciudadanos que no viajen a Bangladés a menos que sea absolutamente necesario.
Para obtener ayuda, los residentes vietnamitas en Bangladés pueden comunicarse con la línea directa de protección ciudadana de la Embajada al 880 171 159 5379.