La rotunda victoria de la Revolución de Agosto de 1945 fue la de la gran unidad nacional, la ardiente tradición patriótica y la inquebrantable voluntad bajo el sabio liderazgo del Partido y el líder Nguyen Ai Quoc (Nguyen el patriota, un seudónimo de Ho Chi Minh). En aquel proceso, las fuerzas armadas jugaron un papel de vital importancia.
Tal triunfo marcó un viraje tremendo en la Revolución vietnamita. La tarde del 2 de septiembre de 1945, en la histórica plaza de Ba Dinh (Hanói), el Presidente Ho Chi Minh leyó la Declaración de Independencia, proclamando el nacimiento de la República Democrática de Vietnam - el primer Estado democrático popular en el Sudeste Asiático, un Estado del pueblo, por y para el pueblo. Los compatriotas pasaron de ser esclavos a los dueños del país y sus propios destinos.
A partir de ahí, una nueva y heroica página empezó a escribirse en la historia de Vietnam, un pueblo pionero en el movimiento de liberación nacional, de clases y del ser humano. El acontecimiento también significó el fin del régimen feudal en este territorio y un duro golpe contra el colonialismo, provocando así una ola de apoyo a la emancipación nacional en los países colonizados y dependientes en todo el mundo.
Para alcanzar dicha victoria, primeramente el Partido entendió a fondo y aprovechó con creatividad los principios básicos del marxismo-leninismo acerca de la guerra revolucionaria, la guerra y el ejército durante los preparativos del alzamiento.
En concreto, el 22 de diciembre de 1944, el Presidente Ho Chi Minh mandó la creación de la Brigada de Propaganda Armada para la Liberación de Vietnam, predecesor del actual Ejército Popular de Vietnam. Bajo la bandera del Partido, este contigente y el Ejército de Salvación Nacional movilizaron al pueblo a levantarse y llegaron a liberar una vasta región de las provincias norteñas de Cao Bang, Bac Kan, Lang Son, Thai Nguyen y Tuyen Quang. El logro inicial de las fuerzas armadas evidenció que los lineamientos del Partido y el Presidente Ho Chi Minh eran correctos, creativos y apropiados con la entonces práctica revolucionaria del país.
Con vistas a promover aún más el rol de esas fuerzas, el Partido decidió fusionar la mencionada brigada y el Ejército de Salvación Nacional en uno, llamado Ejército de Liberación de Vietnam. Este debía ser un núcleo que, junto con todo el Partido y el pueblo, realizaría con éxito la sublevación y tomaría el control del Gobierno.
El espíritu de lucha indomable, los valores históricos y la gran estatura de la Revolución de Agosto de 1945 y el Día de la Independencia, 2 de septiembre del mismo año, siempre han sido una significativa fuente de fuerza para el Partido, el pueblo y el ejército vietnamitas ante las invasiones extranjeras. Entre sus proezas, destacan la culminación de la batalla de Dien Bien Phu en 1954 que “resonó en los cinco continentes y estremeció al mundo” o el gran triunfo de la histórica Campaña de Ho Chi Minh en 1975, que posibilitó la liberación completa del sur y la reunificación nacional.
La trascendencia histórica y gran talla de las dos efemérides serán definitivamente un enorme patrimonio espiritual y una motivación para que todo el Partido, el pueblo, el ejército y el sistema político promuevan su fuerza interior y resiliencia a favor de la renovación nacional. Como resultado, han cosechado logros importantes, a saber: buen crecimiento económico, estabilidad sociopolítica, defensa y seguridad pública garantizadas, desarrollo del ámbito sociocultural, democracia fomentada con el paso del tiempo y país cada vez más próspero.
Es más, se ha impulsado la labor de construcción partidista, así como de edificación de un Estado de derecho socialista y el sistema político. Las relaciones internacionales se van profundizando, a la vez que la posición y el prestigio de Vietnam están cada vez más elevados a nivel mundial.
En los próximos años, la paz, la cooperación y el desarrollo continuarán siendo una tendencia prevaleciente; no obstante, la coyuntura mundial y regional, particularmente en el Mar del Este, evolucionará de manera complicada e impredecible. El orden mundial seguirá siendo multipolar y multicéntrico, es decir, las potencias cooperan, se hacen concesiones, luchan y se aplican medidas de contención una a la otra, mientras que la economía mundial enfrentará el riesgo de una prolongada crisis debido a los graves impactos de la epidemia del Covid-19.
Entretanto, la pujanza de la Cuarta Revolución Industrial creará oportunidades y avances en numerosos sectores, pero planteará también retos. Los problemas de seguridad no convencionales, sobre todo la ciberseguridad, el terrorismo, los desastres naturales y las plagas, se desenvolverán de manera complicada y afectarán profundamente a todos los países.
Bajo tal contexto, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), de la cual Vietnam es miembro, afirmará cada vez más su papel no solo en la región de Asia-Pacífico, sino también a nivel mundial, especialmente ante las grandes potencias. Mientras, la posición, la fuerza y el prestigio del país indochino se consolidan día tras día, creando una importante premisa para la construcción y defensa de la Patria.
Sin embargo, de cara a los numerosos desafíos que suponen los problemas de seguridad convencionales y no convencionales, las fuerzas hostiles y reaccionarias, los oportunistas políticos que intensifican su sabotaje a través de la estrategia de la ‘Evolución Pacífica’, impulsan la ‘autoevolución’ y ‘autotransformación’, el ejército nacional debe promover los valores y la talla históricos de la Revolución de Agosto y el Día de la Independencia y fortalecerse para estar a la altura de los trabajos encomendados, enfocándose en las siguientes tareas:
1. Se debe construir un Ejército ‘revolucionario, convencional, de élite, cada vez más moderno’, merecedor de todas las tareas asignadas. En concreto, se les pide a las unidades militares seguir renovando la enseñanza política en el nuevo período y garantizar que cada soldado capte mejor el marxismo-leninismo, el pensamiento de Ho Chi Minh y los lineamientos del Partido.
Necesitan educar a los soldados en el patriotismo y hacerles entender las misiones del Ejército, en general, y de su unidad, en particular, lo que ayudará a forjar su firmeza política y determinación de combate.
También deben mantenerse como una fuerza pionera a la hora de defender la base ideológica del Partido, es decir, proveer información de manera oportuna y apropiada, evitando que las fuerzas hostiles usen noticias falsas para desorientar e incitar al público.
Además, deben continuar implementando las resoluciones y directivas relacionadas con la construcción del órgano partidista del Ejército, primeramente los preparativos de asambleas a diferentes niveles rumbo al XI Congreso del Comité del Partido de las fuerzas armadas y el XIII Congreso Nacional del Partido.
En paralelo, se requiere fortalecer el aprendizaje y seguimiento de la ideología, el ejemplo moral y el estilo de vida del Presidente Ho Chi Minh a través de hacer cumplir estrictamente las directrices sobre la responsabilidad de servirse de ejemplo de los militantes, y desplegar actividades tendentes a promover las cualidades del militar revolucionario para merecer el título ‘Soldado del tío Ho’ en la nueva coyuntura. También es obligatoria la labor de rectificación en pro de una organización partidista del Ejército transparente y sólida.
2. Construir un Ejército de élite, organizado, fuerte y con movilidad también es una tarea importante, la cual permite que el Ejército siempre esté dispuesto a recibir y cumplir con éxito todas las misiones tanto en los tiempos de paz como de guerra, especialmente en las modernas.
En tal sentido, todo el Ejército debe realizar eficientemente el Proyecto de organización del Ejército Popular de Vietnam en la nueva situación, para el periodo 2020-2025. Además de ajustar la estructura de manera adecuada de las fuerzas y determinar las funciones y los deberes.
Las unidades militares deben determinar las tareas para cada puesto, ante todo, en los órganos estratégicos y tácticos para cumplir con las tareas asignadas. Además, deben mejorar la calidad del reclutamiento y la admisión a las escuelas y centros militares, asegurando la atracción de recursos humanos de alta calidad para el Ejército. Es necesario perfeccionar el sistema de las escuelas, fábricas, instalaciones de reparación y grupos de economía-defensa.
Los órganos y unidades militares siguen realizando la racionalización de la nómina, pero garantizan una cantidad suficiente para las tareas permanentes y los imprevistos. Priorizan fuerzas para las entidades dispuestas a combatir en las áreas clave del país como a lo largo de la frontera, en los mares y las islas.
3. La siguiente tarea es formar un Ejército regular que cumpla con las leyes del Estado y la disciplina militar. La Comisión Militar Central y el Ministerio de Defensa determinan que este asunto es un paso primordial y un contenido trascendental para lograr la consecuencia entre la ideología y la acción, creando una conciencia uniforme en todo el ejército sobre la política, la ideología y la organización en el desempeño de sus funciones.
Todas las fuerzas militares se centran en fortalecer la educación, comprender las directrices y resoluciones del Partido, la Comisión Militar Central y el Ministerio de Defensa para seguir impulsando la construcción de una fuerza regular en los años venideros.
Además, tienen que mantener seriamente el orden y reforzar la gestión de las relaciones entre los soldados, a la vez que dedicarse a mejorar la capacidad de la gestión de contingentes de cuadros y militantes, especialmente a nivel de base.
Al lado de realizar con seriedad las regulaciones sobre las cualidades de cuadros y militantes, es importante imponer medidas disciplinarias contra las violaciones que provocan consecuencias graves.
La construcción de una fuerza firme, integral y ejemplar debe llevarse a cabo junto con la formación de las organizaciones partidistas transparentes y sólidas en cada entidad y órgano.
Las unidades militares han de atender la vida material y espiritual de los soldados, al tiempo que construir un ambiente cultural militar sano y activo para luchar contra los impactos negativos y la cultura nociva.
4. La cuarta tarea se centra en la elevación de la calidad del entrenamiento y la formación para fortalecer la disposición a combatir, respondiendo a las tareas de proteger la Patria en la nueva situación.
La Resolución del XII Congreso del PCV indicó las tareas del Ejército, incluidas la mejora de la calidad combinada de la fuerza de combate y la preparación proactiva de fuerzas y planes de combate, para estar dispuestos a defender firmemente la independencia, la soberanía, la unidad, la integridad territorial y la seguridad de la Patria en cualquier situación.
En tal sentido, el Ejército continúa renovando y mejorando la calidad de entrenamiento y las actividades de las milicias y las fuerzas de autodefensa, especialmente las milicias marinas. Además, se centra en elevar la calidad de la formación, la educación y la investigación científica en las instituciones, las escuelas y los órganos de investigación estratégicos. Con el fin de lograr esta meta, es necesario adoptar políticas encaminadas a atraer los talentos a los centros académicos estratégicos.
En aras de cumplir los mencionados requisitos, es fundamental enfocarse en invertir en la construcción de algunos centros académicos según el modelo de la escuela inteligente, acercándose a la Cuarta Revolución Industrial.
Además, con el fin de hacer frente de manera activa a cualquier situación, todo el Ejército debe mantener la disposición a combatir y fortalecer la administración estricta de la frontera, el espacio aéreo y la zona marítima, especialmente en el Mar del Este, la región marítima del Suroeste y otras áreas clave.
Debe elevar la calidad de combate en el ciberespacio y la guerra informática, además de desplegar medidas integrales para garantizar la seguridad en este entorno. Todo el Ejército está dispuesto a cumplir las tareas de combate en el tiempo de paz, tales como la prevención, el control y la superación de las consecuencias ocasionadas por los desastres naturales y las pandemias, así como las actividades de rescate y salvamento.
5. El Ejército debe ser activo y flexible en las relaciones exteriores en materia de defensa, así como continuar cumpliendo los lineamientos y políticas del Partido al respecto.
En tal sentido, los soldados deben ser conscientes de la importancia, los requisitos y las tareas de las relaciones exteriores en materia de defensa en la nueva situación.
El Ejército Popular de Vietnam se enfoca en impulsar la cooperación bilateral y elevar las relaciones exteriores multilaterales, priorizando a los amigos tradicionales y los miembros de la Asean. Al mismo tiempo, mantener las relaciones equilibradas con las potencias, amplía los nexos de cooperación con las naciones de gran potencial y aumenta el grado de entrelazamiento de los intereses estratégicos con otros países.
Debe participar de manera activa en los mecanismos de cooperación de defensa multilateral en el marco de la Asean y aquellos donde este bloque regional ocupa un rol clave, así como unirse a las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Por añadidura, el ejército vietnamita debe mantener la orientación política y vincular los contenidos de cooperación en términos de defensa con otros sectores, proponer planes de ‘lucha’ diplomática con el fin de reducir las tensiones y evitar los conflictos, ser aislados y la dependencia, además de aprovechar al máximo las ventajas disponibles para la construcción de su propia fuerza.
6. La última tarea es desarrollar la industria de defensa moderna con el fin de satisfacer la demanda de armamento y equipamientos para todas las fuerzas militares, lo que contribuye a cumplir las tareas de defender la Patria en la nueva situación.
Las fuerzas militares vietnamitas impulsan la aplicación de avances científicos y tecnológicos en el campo técnico para modernizar el Ejército. La construcción y el desarrollo de la industria de defensa deben realizarse adecuadamente con la Estrategia de Defensa y la Estrategia Militar de Vietnam, así como los requisitos hacia una defensa nacional consolidada.
Construyen paulatinamente la industria de defensa hacia la autosuficiencia, la modernidad y el multiuso, y convertirla en la punta de lanza de la industria nacional, contribuyendo a elevar el potencial, el poderío militar y de defensa del país.
El Ejército debe restructurar las instalaciones industriales de defensa clave en todo el país confome a la formación defensiva estratégica para cumplir con los requisitos de seguridad establecidos.
Además, se debe perfeccionar el mecanismo de gestión y utiliza eficientemente los recursos humanos para asegurar la tarea de construir y desarrollar la industria de defensa.
Se centra en investigar la tecnología de diseño, así como la fabricación de armamento y equipamientos nuevos y modernos.
Desarrolla un proyecto de despliegue militar asociado con la implementación de los proyectos de desarrollo socioeconómico y cultural para el periodo 2021-2030, en aras de satisfacer los requisitos de construcción y salvaguardia de la Patria tanto en el tiempo de paz como de guerra.
El 75 aniversario de la Revolución de Agosto y el Día de la Independencia constituye una ocasión para que el Partido, el pueblo y el ejército rememoren la historia gloriosa de la nación y la tradición heroica de las generaciones anteriores, así como para que los soldados se esfuercen por construir un Ejército fuerte e integral, digno de las tareas encomendadas y dispuesto a luchar y defender la Patria socialista de Vietnam.
General Ngo Xuan Lich
Miembro del Politburó, subsecretario de la Comisión Militar Central del Partido y ministro de Defensa