Su objetivo fue afianzar las relaciones culturales dentro de la comunidad india, divulgar información sobre esa nación entre los vietnamitas y honrar la profunda amistad tradicional entre ambos pueblos.
Los visitantes – entre los que se encontraban representantes de departamentos y sectores anfitriones, asociaciones de amistad, agencias de la India y misiones diplomáticas de distintos países en Hanói, así como eruditos y miembros de la comunidad india– disfrutaron de actuaciones culturales singulares, y contemplaron el “sari”, el vestido tradicional de las mujeres indias, y sofisticados productos de artesanía.
El festival se centró en una exhibición de trajes típicos de diferentes estados indios que representaban el espíritu de la "unidad en la diversidad". Además, se exhibió una colección de las famosas alfombras de Kashmir.
Entre otras ofertas figuraron el arte de la pintura corporal de henna, un programa de bailes y música interpretados por indios radicados en este país y aprendices vietnamitas del Centro Cultural de Swami Vivekananda, de la Embajada de la India en Hanói, y una zona gastronómica que permitió degustar el sabor único de la cocina india.