El artículo, que cita datos del Banco Mundial, pronostica que el Producto Interno Bruto (PIB) de Vietnam, Filipinas y Malasia aumentará más de un seis por ciento, mientras Indonesia y Camboya registrarán un incremento de cinco por ciento y Singapur, Tailandia, Laos y Myanmar crecerán alrededor de tres por ciento.
Tales resultados se deben a las fuertes exportaciones, la recuperación de las demandas internas e inversión, el desarrollo urbano en toda la región y la reanudación del turismo luego del levantamiento de las restricciones de viaje, entre otros, señaló.
El autor del artículo dijo que el comercio y la inversión intrarregionales han aumentado considerablemente, lo cual deviene un factor que protege en parte a la Asean contra la recesión económica mundial.
A corto plazo, la Asean aún tiene una zona de amortiguamiento para hacer frente a cualquier recesión internacional que se avecina. La mayoría de los analistas económicos creen que el bloque seguirá avanzando en el próximo año.
Sin embargo, algunos países de la Asean todavía enfrentan problemas latentes. Aunque las exportaciones están creciendo rápidamente en Indonesia, Malasia y Vietnam, una desaceleración económica internacional podría frenar la demanda en el campo a finales de este año y hasta 2023.
Las monedas regionales se ven debilitadas y las deudas pública y privada aumentan, mientras el precio de la energía muestra una subida galopante y la inflación. Según especialistas, la “burbuja” inmobiliaria podría estallar.
La recuperación económica de la Asean ha provocado una escasez crónica de mano de obra en Singapur, Malasia e incluso Tailandia. Esto también podría impedir el crecimiento potencial de los sectores de la construcción y la manufactura si no se abordan.
Los desafíos futuros para la agrupación serán controlar la deuda y la inflación, hacer frente al menor aumento de las exportaciones e inversiones extranjeras y lidiar con la situación del tipo de cambio que se erosiona, entre otros.