Se trata de un ritual de larga data que ha sido preservado por muchas generaciones de los Mong en las provincias montañosas norteñas de Vietnam.
En esta ceremonia tradicional, los Mong llevan una cabra, un pollo, tofú y un banh chung (pastel cuadrado de arroz glutinoso) al lugar de culto, dirigido por un personaje reputado y sabio de la aldea. Los tributos se exhiben en una mesa de cuatro patas, delante del altar, y después se ofrecen al Dios del bosque.
En la ocasión, los Mong rezan por tener buena salud, suerte y cosechas abundantes, al tiempo que expresan su anhelo por el crecimiento sostenible de los bosques.
Una familia local trae una ofrenda al lugar de culto.
La ceremonia de adoración al Dios del bosque se celebra al comienzo del Año Nuevo Lunar.
Las oraciones muestran el respeto de la gente al Dios del bosque, el cielo y la tierra.
La procesión recorre la zona de culto antes y después de la ceremonia.
Las ofrendas serán llevadas a la cocina por las familias de la aldea.