Respecto a las reliquias situadas en zonas de bajo riesgo de infección o “zonas verdes”, las juntas administrativas deben fumigar todo el recinto, preparar artículos necesarios para la prevención, colocar carteles de instrucciones sobre la labor, y poner a disposición de los visitantes el gel desinfectante para manos.
Además, quienes acudan a esos lugares tienen que mantener entre sí una distancia segura, realizar la declaración médica y cumplir el protocolo 5K (Mascarillas-Desinfección-Distancia-Sin Multitudes-Declaración Médica).
En los sitios de mediano alto riesgo o “zonas amarillas” son obligatorias medidas extra como las de admitir a 20 personas como máximo dentro del recinto y adoptar la desinfección periódica estipulada por el Ministerio de Salud Pública, además de que los guías in situ deben estar vacunados al menos de una dosis o, si fueron infectados con el virus, llevar al menos seis meses libres de la enfermedad.
De subir al nivel 3 la situación epidemiológica, el número límite de visitantes será de 10 y se intensificará la prevención en línea con las regulaciones del ministerio del sector y los dirigentes municipales.
La capital vietnamita también permitió reanudar las actividades presenciales en los lugares de culto y religiosos en su territorio, a condición de que no se junten más de 20 personas y que estas estén plenamente vacunadas o recuperadas en el caso de haberse contagiado, así como dar negativo al virus SARS-CoV-2 dentro de las 72 horas previas a su visita.
Según expertos, Hanói se encuentra en su mejor tiempo climático del año y tales decisiones favorecerán la reapertura de la ciudad al turismo para restablecer gradualmente tanto esa industria como la economía locales.
