Vacuna, un escudo para proteger a la humanidad de las enfermedades

El mundo está presenciando un retroceso histórico cuando decenas de millones de niños corren el riesgo de contraer enfermedades peligrosas debido a la falta de vacunas básicas. Si no se revierte pronto esta tendencia, el precio no solo será graves pérdidas socioeconómicas, sino también la vida y el futuro de los niños.

(Fotografía: Unicef)
(Fotografía: Unicef)

Durante las últimas décadas, millones de niños de todo el mundo han sido protegidos de enfermedades mortales con las vacunas básicas. Sin embargo, los logros por los que la humanidad ha trabajado arduamente durante muchos años están en peligro. Según estadísticas de 177 países, anunciadas recientemente por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021, alrededor de 25 millones de niños en todo el mundo no recibieron las vacunas para prevenir enfermedades peligrosas como la difteria, la tos ferina y el tétanos, seis millones más que en la época anterior a la pandemia de Covid-19.

La directora ejecutiva del Unicef, Catherine Russell, describió la fuerte caída en la cobertura de vacunación como un retroceso prolongado, que afecta a toda una generación y baja las tasas de inoculación a niveles mínimos no vistos desde principios de la década de 2000.

La cobertura de vacunas básicas se redujo en todas las regiones del mundo, pero Asia Oriental y el Pacífico registraron las mayores disminuciones. El número de niños no vacunados aumentó 37 por ciento entre 2019 y 2021. Es preocupante que la mayoría de estos menores vivan en naciones de ingresos bajo y mediano.

Según los científicos, los niños desnutridos suelen tener un sistema inmunitario más débil y es más probable que mueran a causa de una enfermedad. El rápido aumento de las tasas de desnutrición debido a la actual crisis alimentaria y la inmunización inadecuada han duplicado el riesgo para la salud de los niños en los países pobres.

Se cree que la razón de la baja cobertura vacunal es una combinación de muchos factores. Los conflictos prolongados, las dificultades de la economía mundial y la desinformación generalizada sobre las vacunas son barreras para los esfuerzos por implementar las campañas de inmunización. Además, la pandemia de Covid-19 ha sobrecargado el sistema de salud mundial, interrumpiendo los planes de vacunación.

De hecho, en los últimos tiempos la baja cobertura de vacunación ha provocado graves brotes de sarampión y poliomielitis en Somalia, Yemen, Nigeria, Afganistán, Etiopía y muchos otros países. El aumento repentino del número de casos, que podrían haberse prevenido con vacunas, ha hecho saltar las alarmas de los gobiernos y de los organismos internacionales. Las consecuencias de la interrupción de los servicios de inmunización no solo son inmediatas, sino que perdurarán durante las próximas décadas.

Según Catherine Russell, si no se aceleran los programas de vacunación el precio será muy alto. Además, en el futuro el mundo sufrirá más brotes de enfermedades que aumentarán la carga sobre los sistemas de salud y provocarán crisis económicas y sociales.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió recientemente que el Covid-19 "no muestra signos de terminar". Numerosos Estados continúan viendo nuevas oleadas de la pandemia. En ese contexto, la OMS recomienda implementar campañas de vacunación masiva en paralelo con los esfuerzos para prevenir y controlar el Covid-19.

Volver a poner en marcha pronto las campañas de vacunación esenciales es un requisito importante para que el mundo construya un escudo sólido para proteger a los niños y a la humanidad contra las enfermedades.