Un recorrido por el primer museo del té en Vietnam

El Museo del Té Cau Dat Farm (granja de Cau Dat) se encuentra a más de 20 kilómetros del centro de la ciudad de Da Lat, en la provincia altiplánica vietnamita de Lam Dong, a una altura de mil 650 metros sobre el nivel del mar. La obra, una conversión de la antigua fábrica de té del Sudeste Asiático, cuenta con un espacio de instalación artística asociado con la historia y evolución de la centenaria marca de té de Cau Dat.

Un espacio expositivo en el Museo del Té Cau Dat Farm, en Da Lat. (Fotografía: caudatfarm.com)
Un espacio expositivo en el Museo del Té Cau Dat Farm, en Da Lat. (Fotografía: caudatfarm.com)

Situada en una famosa zona de cultivo de té en Lam Dong, Cau Dat Farm se encuentra a una altura ideal con un clima fresco todo el año, donde hay exuberantes plantaciones. En 1927, los franceses construyeron en este territorio la primera fábrica de té en el Sudeste Asiático y trajeron aquí la tecnología de procesamiento de productos derivados de esta planta.

Posteriormente, la instalación fue rebautizada como Cau Dat Farm. Toda el área de la fábrica y las máquinas y herramientas usadas hace casi 100 años, junto con otros artefactos originales, se conservan para mostrar cómo era el primer museo del té en Vietnam.

Después de más de tres años de preparación, a principios de 2021, el Museo del Té Cau Dat Farm entró oficialmente en funcionamiento con el deseo de los curadores de preservar una parte de la historia de las colinas de té de Cau Dat, al tiempo que recrear todos los altibajos y las experiencias adquiridas durante el proceso de práctica de esta profesión durante los últimos cien años.

Lo más destacado del museo radica en el arte de instalación que utiliza el espacio, el sonido y la luz para convertir el lugar en una obra maestra y crear efectos impresionantes para los visitantes. El museo les ofrece la oportunidad de aprender sobre el té en seis espacios separados con diferentes temáticas relacionadas con este árbol.

La sala de exhibición “Quintaesencia” recrea las colinas de té de Cau Dat, escondidas en la niebla todo el año, junto con la historia centenaria de la profesión de fabricación y procesamiento de té de la gente local, a través de la presentación de nueve videos proyectados sobre la pared.

Otra de las salas del museo es la denominada “La caja de la historia”, donde se conservan los artefactos de larga historia de la fábrica y las máquinas cubiertas de polvo del paso del tiempo como secadores y trituradoras de té, tubos de calor del sistema de té, extractores del aire, máquinas combinadas de cribado y balanzas de precisión, entre otros.

Mientras, la tercera sala muestra obras de arte de instalación que combinan la luz y grandes bloques de té, creando una sensación auditiva y táctil. Más de cien bloques de té se componen de 350 kilogramos de té verde, té negro y té oolong, divididos en tres áreas separadas, junto con miles de sedales como hilos de lluvia, conectando una serie de luces con forma de nubes, creando una iluminación cálida, ambigua y fantasiosa y representando así la imagen de las colinas y nubes en Cau Dat.

Otro atractivo del museo es la pared horizontal donde se exhiben siete pinturas que retratan el proceso de producción y elaboración de té de Cau Dat, reproducidas en un lenguaje visual simple y claro. Cabe destacar que los principales materiales para hacer estas obras, desde tintes ácidos hasta colores de pintura, fueron hechos del suelo de las colinas de té y las hojas de esta planta en Cau Dat. Cada pintura está cubierta por centenares de “Giay ca”, un tipo de papel especial hecho de arroz y utilizado por la gente de los pueblos pesqueros en la parte central del país para preservar el pescado.

En la cuarta sala, los visitantes conocerán la historia de los fabricantes de té, así como las herramientas para ejercer este oficio en el pasado. A través de las puertas de madera en los antiguos almacenes de té, los artistas cuentan la historia de elaboración de los productos derivados de esta planta en Cau Dat y la preservación de este legado a través de generaciones.

Al visitar la quinta sala que lleva el nombre "Vista al mundo del té", descubrirán las culturas de té de diferentes países en el mundo, así como el viaje de las hojas frescas de la planta, desde la cosecha hasta la etapa final del proceso de elaboración del producto.

La sexta sala del museo es un espacio dedicado a la degustación de té, donde tanto los cultivadores de la planta como los fabricantes de sus productos derivados perciben el sabor de la bebida con los sentidos.

A través de la presentación de grabaciones y valiosos videos y la exhibición de una amplia gama de materiales y objetos, el museo honra el oficio de producir y procesar té, así como a las personas que se dedican a esta profesión.

Este espacio expositivo no solo es un destino atractivo para aprender sobre la evolución del oficio de cultivar y elaborar té y las técnicas de procesamiento de las bebidas derivadas de la planta, sino que también contribuye a preservar y mostrar los valores históricos de este árbol en el territorio.