Más de 50 años tras la guerra, millones de bombas y minas aún yacen bajo tierra en Vietnam, poniendo en peligro vidas y frenando el desarrollo. Superar estas secuelas también significa devolver la vida a zonas consideradas “tierras muertas”.

La central provincia vietnamita de Quang Binh, una de las localidades más afectadas por artefactos sin explotar (UXO, en inglés) que quedaron de la guerra, se ha beneficiado de las actividades de educación, estudio y remoción de riesgos de UXO implementadas por la organización no gubernamental británica Mines Advisory Group (MAG).

La provincia de Quang Tri se esfuerza por convertirse en la primera localidad vietnamita que viva de forma segura con las bombas y minas remannentes de la guerra, djio Hoang Nam, vicepresidente del Comité Popular local al asistir hoy aquí al acto conmemorativo por el 25 aniversario del Grupo Asesor de Minas (MAG).