El pasado 8 de julio, el primer ministro Pham Minh Chinh exhortó al pueblo a consagrarse por entero a la lucha contra el Covid-19 en la urbe.
Respondiendo a ese llamado, del 8 al 15 de julio unos cuatro mil 500 voluntarios marcharon a la urbe para bridar su asistencia al control pandémico. Hasta el momento la cifra supera los seis mil y seguirá aumentando en el próximo tiempo.
Muchos de ellos han devenido protagonistas de numerosas historias conmovedoras .
El doctor Nguyen Dinh Hoang (Hospital Hung Vuong en la norteña provincia de Phu Tho) estaba a punto de casarse, pero se despidió de su novia y partió a Ciudad Ho Chi Minh, no sin antes prometerle a ella que le llevaría un traje de novia cuando termine la epidemia.
La pareja de médicos Nguyen Thi Giang y Do Ngoc Anh (Hospital Kien An de la ciudad portuaria de Hai Phong) dejaron a sus dos pequeños hijos con familiares para ofrecerse como voluntarios en el control del Covid-19. Fieles a su ética profesional, quieren ofrecerse para trabajar junto con sus colegas en la batalla contra el mal.
Las historias son muchas y dignas de ser contadas, elogiadas y admiradas en estos tiempos difíciles.
Desde que estalló el cuarto brote de SARS-CoV-2 en Vietnam, muchos voluntarios ni tuvieron descanso, desplazando entre los focos epidémicos. El "doctor 91" Tran Thanh Linh (Hospital Cho Ray, Ciudad Ho Chi Minh), al regresar del otrora epicentro de la pandemia localizado en el Parque Industrial de Bac Giang, fue enseguida a atender a los pacientes en el Hospital de Reanimación Covid-19.
Los voluntarios no solo provienen de hospitales centrales o grandes ciudades, sino también de centros sanitarios de provincias remotas donde escasean recursos humanos sanitarios como Son La, Lai Chau, Lao Cai, Yen Bai y Thai Nguyen. Superando las dificultades, muchas personas se inscribieron para respaldar la prevención y control de la enfermedad en Ciudad Ho Chi Minh.
Puede decirse que dondequiera que aparece el Covid-19 en Vietnam, allí van los voluntarios. Son personas que representan los valores de la dignidad y el espíritu abnegado para vencer el miedo de contagio y ayudar a los enfermos durante la “tormenta” pandémica. Y sobre todo, ellos demuestran el significado de la palabra “compatriotas”.
Al comienzo de la cuarta ola de la pandemia, la región sureña brindó ayuda a la norteña. Ahora, en medio de la explosión del Covid-19 en Ciudad Ho Chi Minh, Binh Duong, Dong Nai y Long An, entre otras provincias meridionales, los voluntarios, muchos ellos procedentes del Norte, dejaron atrás su vida y responsabilidades personales para partir hacia el Sur, a la zona epidémica más grave, Ciudad Ho Chi Minh.
Ese espíritu está presente en todas partes de Vietnam como un recordatorio general de hacer siempre su mejor trabajo en la lucha contra la pandemia.
Junto con los esfuerzos de todo el sistema político, la conciencia de la gente de cumplir las regulaciones y medidas preventivas es muy importante en este momento. Esa es una forma práctica para que cada persona contribuya, junto con los voluntarios y las autoridades, a controlar pronto el Covid-19.
