Se trata de una actividad religiosa de especial importancia para los connacionales asentados en el país vecino.
En la ocasión, los asistentes participaron en una ceremonia solemne para rezar por la salud, la prosperidad y la paz para la nación y el mundo.
Además, representantes de la pagoda y donantes entregaron 150 obsequios a compatriotas con pocos recursos económicos en Vientián, para alentarles a superar las dificultades y avanzar en la vida.
La actividad contribuyó a fomentar la unidad entre los coterráneos residentes en el territorio vecino, así como el apoyo mutuo entre la comunidad connacional en el exterior.
Construida en 1957, la Pagoda Phat Tich ha sido durante mucho tiempo uno de los destinos espirituales importantes para los vietnamitas que viven en Vientián y zonas cercanas.