La llama eterna del espíritu revolucionario

El otoño de 1945 marcó para siempre un hito brillante en la historia de construcción y salvaguardia de Vietnam. Bajo el liderazgo del Partido Comunista (PCV) y el Presidente Ho Chi Minh, el pueblo vietnamita llevó a cabo la Revolución de Agosto para romper los yugos del colonialismo y del feudalismo para tomar el poder, estableciendo la República Democrática de Vietnam, el primer Estado obrero-campesino en el Sudeste Asiático.

Las masas capitalinas ocuparon el Palacio de Tonkín, sede del gobierno secuaz de los colonialistas franceses en el norte de Vietnam, el 19 de agosto de 1945.
Las masas capitalinas ocuparon el Palacio de Tonkín, sede del gobierno secuaz de los colonialistas franceses en el norte de Vietnam, el 19 de agosto de 1945.

El éxito de la Revolución de Agosto de 1945 fue la primera gran victoria del pueblo vietnamita dirigido por el PCV y el tío Ho, marcando un gran viraje en la historia de la nación.

Desde entonces, Vietnam ha entrado en una nueva era de independencia, libertad y socialismo, en la cual el pueblo se ha convertido en el dueño del país y de su propio destino, y se une para construir una vida próspera y feliz.

Esa gran revolución del pueblo vietnamita ha sido, a la vez, un evento trascendental de la época que sirvió de gran aliento para los pueblos coloniales oprimidos y explotados del mundo a luchar por la independencia nacional, la democracia y el progreso social. Ha sido un triunfo de la combinación de la apasionada tradición patriótica y la voluntad indoblegable de la nación con la sabiduría de los tiempos. También demostró la elección correcta de un pueblo y un país que pasaron décadas en la búsqueda de un camino para salvar la nación.

Durante los últimos 76 años, desde la exitosa Revolución de Agosto, la revolución vietnamita ha pasado por muchos altibajos, venciendo cuantiosos enormes desafíos para conseguir éxitos y llevar al país a nuevas cimas. El espíritu de ese acontecimiento siempre insta al pueblo vietnamita a superar todas las dificultades y crear milagros de la era de Ho Chi Minh.

En la causa de la renovación integral y el desarrollo nacional, el fuego de la Revolución de Agosto sigue forjando la voluntad y el espíritu de toda la nación para mantenerse firme en los objetivos y el camino elegidos, a fin de proteger la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la Patria, y llevar a cabo la renovación iniciada y liderada por el PCV para conquistar logros grandes de trascendencia histórica.

Vietnam nunca antes había gozado de una empresa, un potencial, una posición y un prestigio tan grandes como hoy. Todos los vietnamitas siempre están orgullosos y agradecidos por los méritos extraordinarios del Presidente Ho Chi Minh, el gran maestro de la revolución vietnamita, el héroe de la liberación nacional y el genio líder del PCV y el pueblo. También recuerdan profundamente el sacrificio de millones de héroes, mártires e hijos destacados de la Patria por la independencia, la libertad y la felicidad de la nación.

Las lecciones aprendidas del éxito de la Revolución de Agosto son para siempre una valiosa experiencia del PCV y el pueblo en el camino hacia la construcción del socialismo.

Todo el PCV, el pueblo y el Ejército de Vietnam están implementando activamente la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido, un hito importante en el nuevo período de desarrollo del país. La magna cita estableció orientaciones, tareas y objetivos generales para los próximos tiempos, incluido convertir la actual República Socialista de Vietnam en un país desarrollado de altos ingresos para 2045 cuando celebrará el centenario de la fundación del país. Esa visión del PCV expresa la voluntad y la aspiración de desarrollo de toda la nación.

Promoviendo el espíritu de la Revolución de Agosto y aplicando de manera creativa las valiosas lecciones aprendidas; todo el PCV, el pueblo y el Ejército se unen y realizan mayores esfuerzos, con la determinación de implementar con éxito las metas y tareas planteadas por el Congreso, y continuar impulsando de manera integral y sincrónica el proceso de renovación nacional.

Dando continuación a ese espíritu, todo el pueblo vietnamita se esfuerza por lograr proezas en el nuevo período revolucionario, llevando al país hacia adelante con pasos rápidos y constantes y convirtiendo las aspiraciones de desarrollo en realidad, para construir un Vietnam poderoso.