La gloriosa tradición y el espíritu del Día de la Independencia motivan al pueblo vietnamita

Un día como este, hace 76 años, en la histórica plaza de Ba Dinh, en Hanói, el Presidente Ho Chi Minh leyó la Declaración de Independencia que dio a luz a la República Democrática de Vietnam, el primer estado obrero-campesino del Sudeste Asiático.

Pancarta de gran tamaño para celebrar el 76 aniversario del Día de la Independencia en Hanói. (Fotografía: VNA)
Pancarta de gran tamaño para celebrar el 76 aniversario del Día de la Independencia en Hanói. (Fotografía: VNA)

En la mente de los vietnamitas, además del Festival del Año Nuevo Lunar (Tet), celebrar “el Día de la Independencia" también es una responsabilidad cívica, un orgullo y el derecho de gozar de los grandes valores espirituales y materiales dejados por la Revolución de Agosto de 1945 para cada ciudadano, cada familia y toda la nación.

Después de solo 15 años de su fundación y desarrollo y de vínculo estrecho con el pueblo, el destino de la nación y el flujo histórico del movimiento mundial de liberación nacional y autodeterminación, el Partido Comunista de Vietnam lideró a todo el pueblo a llevar a cabo una gran revolución, otorgando a los vietnamitas el derecho a decidir sobre la vida y recuperando la posición del país en el mapa mundial.

Las experiencias de conquistar el poder y mantenerlo para construir un gobierno revolucionario durante los últimos 80 años han demostrado la verdad de que solo cuando los objetivos del partido gobernante concuerdan con los intereses del pueblo y la nación, la victoria es verdaderamente completa, pero si se aleja del pueblo y actúa con burocracia y el voluntarismo, fracasará.

La capacidad del Partido de liderar y aglutinar a las masas populares, así como la unidad de esta agrupación política en el pensamiento, la organización y la acción para conquistar la independencia y realizar la guerra de resistencia por la liberación y unificación nacional, hasta avanzar en la causa de construcción y defensa de la Patria y la integración internacional profunda e integral, siguen siendo una valiosa lección para el desarrollo del país en la actual época.

Este año, el 76 aniversario del Día de la Independencia se celebra en un momento difícil. La pandemia de Covid-19 está asolando todo el mundo y nos sigue poniendo a prueba. En tal contexto, el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong, llamó a todo el Partido, el Ejército y el pueblo a unirse en la prevención y el control de la enfermedad.

La historia está reafirmando la fuerza de nuestra nación. Con acciones prácticas y efectivas durante los dos últimos años, hemos ratificado de modo contundente el papel y los objetivos de nuestro Estado del pueblo, por y para el pueblo. La historia ha sido testigo del significado de los refranes “sangre es más espesa que el agua” y “cuenco de arroz compartido” y el espíritu de apoyo mutuo y de sacrificio de los vietnamitas en situaciones adversas. En momentos difíciles, nada puede distorsionar, dividir o destruir los buenos sentimientos y las estrechas relaciones entre el Partido y el pueblo.

Mecanismos y políticas específicos sin precedentes han sido activados para proteger a la población frente a la pandemia y mantener el desarrollo económico. Se han destinado los recursos de la Reserva Nacional a salvar vidas. El ejército, junto con las fuerzas de seguridad pública y de salud a nivel nacional, fue movilizado a la primera línea de la batalla para que cuidara de día y noche a la gente, proporcionándole desde porciones de comidas hasta pastillas, además de compartir y consolar a sus compatriotas incluso a las familias de los que han perdido la batalla contra la pandemia. Cada comuna, barrio, unidad y empresa se ha convertido en una fortaleza y cada ciudadano es un combatiente en la batalla contra la enfermedad.

El lema de diversificar las relaciones y el multilateralismo se ha promovido eficazmente en la estrategia de la diplomacia de las vacunas en todos los canales. La seguridad sanitaria, la independencia nacional y la resiliencia han quedado claramente demostradas en la hoja de ruta inicial de investigación, prueba y conclusión para vacunar a la población con antiviral autóctono contra el nuevo coronavirus. Esa es una orientación correcta que demuestra la valentía y el orgullo de la nación vietnamita.

También son destacables los incontables ejemplos de sacrificio, sufrimiento y tribulación de las fuerzas que luchan en la primera línea contra la pandemia, así como los incansables esfuerzos de los comités partidistas y dependencias del Gobierno y dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno, hasta las maneras creativas del sistema de gobierno de base y los estratos del pueblo. Esta es la razón para creer que pronto Vietnam se impondrá a la pandemia y restablecerá y desarrollará la economía, tal y como instó el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong: “Definitivamente venceremos a la pandemia de Covid-19 y tenemos que ganarla de cualquier manera”.

La vida y la gente exigen cada vez más la renovación del método de dirigencia, la elevación de la combatividad del Partido, la renovación de la mentalidad sobre la administración del Estado y una capacidad de gobernanza nacional modernizada. La celebración este año del Día de la Independencia transcurre en unos momentos duros debido al Covid-19, por lo que los vietnamitas deben prepararse para ejecutar los planes de desarrollo a corto, mediano y largo plazo, hacia el cumplimiento victorioso de la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido: “Seguir construyendo un Estado de derecho socialista facilitador de desarrollo, íntegro y de acción; fomentar la prevención y la lucha contra la corrupción, practicar la austeridad, evitar el despilfarro y crear avances en la reforma administrativa”.

Por delante están el 50 aniversario del Día de la Reunificación Nacional (en 2025), el centenario del Día de la Fundación del Partido (2030) y el centenario del nacimiento de la República Democrática de Vietnam, actual República Socialista de Vietnam (2045).

Por estos días, los vuelos que transportan hacia el sur a soldados, policías, médicos y voluntarios de diversos segmentos sociales hacen rememorar el decidido espíritu imperante en los trenes que, en el pasado, llevaban soldados, pertrechos y alimentos a aquella región para reforzar la lucha por la independencia y la libertad de la Patria.

En la sureña provincia de Dong Nai, su vecina Ciudad Ho Chi Minh, la Zona Militar 7 y algunas otras localidades y unidades, pese a las dificultades actuales, resuenan los ecos de los actos de admisión al Partido de médicos y voluntarios destacados en el servicio a la población, una prueba de la responsabilidad del militante y el ciudadano en cualquier época, en pro de la paz del país y el pueblo.

La gloriosa tradición y el espíritu del Día de la Independencia, el 2 de septiembre, iluminarán, guiarán y motivarán al pueblo vietnamita por siempre.